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«Seguro que llegamos rápido a un acuerdo. Los jugadores saben lo que se ingresa en estos torneos y, aunque no hay mucho margen de negociación, seguro que lo arreglamos», aventuró Luis Rubiales cuando el pasado domingo le preguntaron por las primas de la ... selección tras airear el polémico viaje de los dos millones de euros pactado por la anterior directiva. Apenas 72 horas después, la negociación por las primas se cerró de manera verbal tras una reunión entre Rubiales y el capitán Sergio Ramos. El defensa le trasladó al presidente de la Federación Española de Fútbol (FEF) el malestar que generó entre los jugadores la forma con la que explicó el polémico viaje de superlujo -ya cancelado- acordado por la anterior directiva, ya que se llegó a vincular su gasto con las remuneraciones a la selección en caso de éxito en el Mundial.
Dicho viaje se ha sustituido por dos más cortos y modestos, gracias a lo cual la FEF se ahorrará 1,5 millones que se podrán usar para aumentar las cantidades fijadas en anteriores torneos. Así, aunque la idea inicial de los jugadores era cercana al millón de euros, finalmente cada futbolista se podría llevar casi 900.000 euros si España se proclama campeona del mundo a mediados de julio en Moscú. Sería la cifra más alta en concepto de prima de la historia, ya que en 2010, cuando España fue campeona por primera vez, se había fijado un extra de 600.000 euros a cada jugador. Hubo cierta polémica por la tributación de las mismas. Debido al éxito en Sudáfrica y al posterior en la Eurocopa de 2012, la FEF acordó para el Mundial de Brasil un pago de 720.000 euros que no se ejecutó debido a que no se superó ni la fase de grupos.
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