El estreno de Salah acapara la atención del Rusia-Egipto

Tras golear a Arabia Saudí en la jornada inaugural por 5-0, Rusia persigue una victoria para asegurar su pase a octavos de final y afrontar con tranquilidad la última jornada del grupo. Egipto, por su parte, vive la otra cara de la moneda: necesita sumar sus tres primeros puntos para mantener sus opciones de superar la fase de grupos y prolongar su sueño mundialista.

El equipo anfitrión tiene la baja segura de Alan Dzagoev, lesionado durante el partido inaugural y que permanecerá alejado de los terrenos de juego durante unos diez días, según las estimaciones de los médicos. Su hueco en el once volverá a ser cubierto por Denis Cheryshev, convertido ya en una de las sorpresas del torneo tras sus dos goles ante Arabia Saudí. En principio, el seleccionador Stanislav Cherchesov no hará más cambios en su alineación.

En Egipto, la principal duda de Héctor Cúper está en el lateral derecho. Ahmed Fathy se retiró con molestias de la última sesión de entrenamiento antes del traslado a San Petersburgo, aunque el cuerpo técnico espera poder contar con sus servicios. Trezeguet, Amr Warda y Tarek Hamed también han sufrido dolencias de carácter menor desde el partido ante Uruguay, aunque su participación no corre peligro.

Desde la concentración rusa han permanecido muy atentos a la evolución de Salah en los últimos días. El sábado, un día después de su cumpleaños, el delantero egipcio pareció querer jugar al despiste y mostró cierta dificultad para colocarse un peto al inicio del entrenamiento. Este lunes, Cúper aseguró que el delantero está «en buena condiciones», aunque evitó confirmar su presencia en el once. Cherchesov, seleccionador ruso, destacó en su comparecencia lo decisiva que puede resultar la presencia de Salah al definirlo como «el tipo de jugador que ilumina los partidos y los torneos». De su luz depende, en buena parte, que Egipcio sume esta tarde en San Petersburgo su primer triunfo en un Mundial en toda su historia.