Alemania-México: primer examen para la campeona

De momento Alemania vive a caballo entre algunos de los motores de la máquina de hacer fútbol que diseñó Joachim Löw con una generación difícil de repetir y las nuevas incorporaciones, que han asumido el difícil reto de afrontar el relevo generacional. Sin el gigante Per Mertesacker, recién retirado tras confesar sus problemas para sobrellevar la presión, ni Philipp Lahm, el sistema defensivo ha perdido a dos de sus puntales.

Bastian Schweinsteiger renunció hace dos años a la selección y en la delantera Low ya no tiene a Lucas Podolsky, mientras Mario Gotze se ha quedado fuera de la lista tras una mala temporada, dejando a Mario Gómez como superviviente de la campeona en la delantera y a Werner como teórico 'nueve' titular. Junto a él, Muller y Ozil tienen que lucir galones, como un Neuer que será titular pese a su larga lesión, dejando en el banquillo al azulgrana Ter Stegen.

Enfrente los germanos tendrán a una de las incógnitas. Si algo le sobra a México es ambición y ganas de fiesta. De hecho, llega al Mundial envuelto en una gran polémica después de que tras el último amistoso en el Azteca trascendiera la orgía organizada por media docena de futbolistas, entre ellos Héctor Herrera, Ochoa y Chicharito.

El escándalo ha empañado la gran fase de clasificación del equipo entrenado por el colombiano Juan Carlos Osorio, un entrenador con mucho prestigio en Latinoamérica y apasionado de las rotaciones. No ha tenido un once definitivo en toda la fase de clasificación y tampoco lo tendrá en el Mundial.

Aunque Chicharito se viniera arriba declarando que el objetivo es ganar el Mundial, la primera meta de los mexicanos es romper su maldición y alcanzar los cuartos de final, a los que no llegan desde el último Mundial que organizaron, en 1986. Para ello cuentan aún con el veteranísimo Rafa Márquez, que si debuta jugará su quinta fase final, empatando a Matthaus, Buffon y otro mexicano: el portero Tota Carbajal.