¿Ha perdido España sus argumentos para ser campeona?

En la Copa del Mundo de 2002 en Corea del Sur me tocó saltar en el minuto 70 a sustituir a De Pedro. Recuerdo las ganas con la que enfrenté los minutos que quedaban por delante y que nos llevarían a una semifinal soñada que nunca llego, pero dejemos los recuerdos para centrarnos en la dificultad que supone jugar esta fase de la competición, en la que no hay margen de error.

Entre las dificultadas a añadir a las propias de la competición están aquellas que no se ven. Las del cansancio, unas motivadas por los partidos y entrenamientos con los que se van cargando las piernas, y otras motivadas por la convivencia y concentración que te hace vivir y pensar en fútbol 24 horas al día, algo agotador.

Muchas veces los jugadores parecemos unos privilegiados por el dinero que ganamos y por la aparente vida que llevamos, pero, no todo es como parece. Lo que hace que todo cambie son los sueños. Los jugadores también tenemos nuestros sueños y cuando tu carrera como futbolista te propone dos partidos más y una final de la Copa del Mundo, todo cambia. Y lo mismo que lo hace para los 23 que juegan con España también ocurre con los 23 de Rusia, Francia, Uruguay… y con los otros que los acompañaran a la gloria final.

La pregunta es dónde radica la diferencia, esa que hará que solo haya un ganador. No es sencilla la respuesta, pero una parte de ella se basa en la forma en la que se presenta la candidatura. Debe de hacerse sin miedo a la victoria – el llamado miedo escénico que decía Jorge Valdano-. Hay que hacerla conscientes de los puntos fuertes y los débiles de aquellos que deberán de llevarla a buen puerto. Debe tener la suficiente dosis de humildad, sin olvidar la desfachatez necesaria para afrontar ciertas situaciones. Finalmente, creo que el proyecto debe de tener un líder y por supuesto un plan.

España ha perdido contra Rusia en los lanzamientos desde el punto de penalti, y más allá de la tristeza de la eliminación y de lo que esta supone para el equipo, habría que valorar con frialdad si lo visto es una candidatura con peso para ganar esta Copa del Mundo o es sencillamente la incapacidad de un equipo con jugadores excepcionales. Este es un buen momento de analizar las candidaturas y la forma en la que se presentan y las diferencias con la de España, que ha pedido unidad y compromiso pero que no presentó un discurso futbolístico como el que fuimos capaces de presentar el 2008, 2010 y 2012.

Llegamos como campeones y fuimos eliminados a la primera de cambio en 2014 en Brasil y hemos visto a Alemania pasar por lo mismo. En la Euro de Francia 2016 vivimos con enorme sufrimiento toda la competición y ahora pasado por lo mismo, eliminados sin haber sido capaces de presentar una candidatura con argumentos.

España, al igual que Holanda, Italia, Argentina o Alemania, ha demostrado tener siempre unos argumentos futbolísticos que parece haber perdido y eso es lo que hace que dudemos si España ha presentado su candidatura para ganar esta Copa el Mundo.