Kylian Mbappé, abatido tras la final del Mundial. Juan Ignacio Roncoroni / efe
Mundial de Qatar 2022

Mbappé se hace aún más grande pese a la derrota

Firma un 'hat-trick' en la final y se convierte con ocho goles en el máximo anotador del Mundial por delante de Messi, el verdugo de Francia

Domingo, 18 de diciembre 2022, 20:24

Kylian Mbappé, como el resto de los tripulantes de la selección francesa, parecían náufragos buscando la orilla tras el hundimiento de su barco. La final se acababa y perdían 2-0 ante una Argentina más activa y determinada. Pero el fútbol es, sobre todo, imprevisible. ... De ahí su magia. El agarrón de Otamendi a Kolo Muani fue penalti y resucitó a un equipo moribundo. Mbappé, siempre veloz, agarró el balón con prisa y marcó. El primero. Y enseguida, el segundo, el del empate, con el que dejó una de las imágenes del campeonato. La obra maestra de su disparo. Plástico. Perfecto. El latigazo exacto. Letal y envuelto en papel de regalo. El gol de un elegido. De repente, Francia y Mbappé le daban la vuelta a la final. Y aún quedaba tanto.

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Tras 80 minutos desaparecido emergió como un gigante y se echó al hombro a su equipo. Argentina volvió a adelantarse en la prórroga. Mbappé, de nuevo, equilibró la contienda desde el punto de penalti. Sin un atisbo de duda. Es lo que tienen los genios: aparecen, aunque sea tarde, en los grandes acontecimientos. Les gusta ese vértigo. Les alimenta. En la última jugada de la prórroga agarró el balón en la banda, corrió a la esquina, se quitó dos defensas de encima en un zigzag y buscó la jugada del Mundial. No lo consiguió. Pero la intención talla su valor. Aunque no pudo revalidar el título, firmó un 'hat-trick' en la final, algo que sólo había conseguido el británico Geoff Hurst en la edición de 1966.

En el último partido del Mundial de Qatar estaban citadas dos estrellas, Mbappé y Leo Messi, pero al principio solo se presentó el argentino. El francés es una flecha. Y sin arco, sin pases como los que en otros encuentros le lanzaba Griezmann, carece de peligro. Una bala sin velocidad es solo un peso muerto. Esa impresión dio el combinado galo en casi la totalidad de un duelo que corrió siempre al ritmo de Argentina, una selección y un país conjurados para ofrecerle a Messi el título que le faltaba. Mbappé se quedó en mero testigo de esa ofrenda hasta el minuto 80.

Luego, aunque al final se le escapó el título en la tanda de penaltis, se vio su tamaño real. Enorme. De leyenda en construcción. Con físico, talento y carácter: quiso ser el primero de su equipo en lanzar desde los once metros. Cargó con ese fardo. Y no le pesó. Acertó aunque ni así pudo marcarles el camino a sus compañeros, que mostraron menos puntería desde el punto de cal. Francia perdió la final y, aun así, Mbappé agrandó su figura. Emmanuel Macron, presidente de la República, bajó al campo para consolarle.

Desde que con 19 años Mbappé ganó el Mundial de Rusia 2018 le han colocado en carrera con el gran mito, Pelé, que con 82 años se recupera en un hospital brasileño. 'O'Rei' ganó su primer Mundial con 17 años. Y el tercero, con 29. Mbappé no pudo levantar su segundo trofeo en Qatar tres días antes de cumplir 24 años. Su consuelo es que tiene tiempo. Todavía está en edad de crecer. Messi, en la que parece su última gran actuación con el combinado albiceleste, le ralentizó en esa carrera que mantienen el francés y Pelé, que tan bien se llevan. «Si Kylian sigue batiendo mis récords, voy a tener que desempolvar mis botas», escribió el mito brasileño desde el hospital. «El Rey siempre será el Rey», concedió Mbappé.

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Cambio de era

La final de Qatar suponía un cambio de era. La de Messi se acaba así de la mejor manera. Con 35 años, este Mundial es el de su despedida. Dijo adiós ante uno de los llamados a ocupar su trono en la cima del fútbol, Mbappé. El delantero francés suma ya 14 partidos en los mundiales. Nadie tiene tantos con menos de 24 años. Con los tres goles ante Argentina, ya lleva 12. Solo le superan en esa clasificación histórica el alemán Klose (con 16), el brasileño Ronaldo (15), el germano Müller (14) y el francés Fontaine (13). Mbappé comparte el escalón de la docena con su amigo Pelé. Ya está a esa altura.

Ha jugado dos Mundiales. Ganó el de 2018 y ha perdido la final de Qatar en la tanda de penaltis y tras firmar tres dianas. Con ocho tantos en este campeonato se proclama máximo goleador. Messi le sigue en esa lista de oro con siete aciertos. Mbappé tiene a su favor el tiempo. Le queda mucho. El martes festejará su vigesimocuarto cumpleaños. Para buscarle rivales hay que escarbar a fondo en la historia. Tan joven y ya ha anotado en dos finales mundialistas. Eso solo lo han hecho los brasileños Vavá y Pelé, el alemán Paul Breitner, y otro francés, Zidane. Tras Leo Messi, el fútbol se mete de lleno en la era de Kylian Mbappé.

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