Jean-Eric Maxim Choupo-Moting. De sus botas depende buena parte del futuro de un Suiza-Camerún (este jueves, 11:00 horas) cuyo ganador encarrilará el pase en un grupo trampa. Con el máximo favorito, Brasil, como teórico gigante -este Mundial de las sorpresas ... invita a ser prudente-, ambos equipos se juegan con Serbia la otra plaza que da el pase a los octavos de final. Dos humildes que no lo son tanto se juegan así mucho, pese a afrontar su primer compromiso, en un partido en el que el ariete del Bayern es la gran baza de los africanos para saltar la banca.
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Porque el duelo, inédito no ya en una Copa del Mundo, sino entre dos equipos que jamás se han enfrentado, tiene a los suizos como favoritos. Una formación sin estridencias ni grandes estrellas, pero con un gran bloque, ha demostrado solvencia ante algunos de los favoritos al título mundialista.
Además de Choupo-Moting, no conviene perder de vista entre los leones indomables a Zambo Anguissa, en especial dado el dulce estado de forma que está demostrando en el Nápoles. El mediocentro ha crecido mucho desde que dejó el Villarreal y lleva el volante de Camerún y se prevé un bonito duelo con Granit Xhaka, cerebro del once de la cruz, en la batalla por controlar el centro del campo.
De la solidez de Suiza puede dar fe La Roja, que sufrió para batirla en la pasada Liga de Naciones. Los suizos terminaron finalmente terceros de grupo, pero se dieron el gusto de derrotar en sendos partidos a España y Portugal. Una de sus incógnitas es Zakaria, una pieza importante en el equipo, pero que inédito esta temporada en el convulso Chelsea no llega en su mejor momento al Mundial y no será, previsiblemente, titular.
Camerún ha mostrado más debilidad en los amistosos previos al Mundial, pero con futbolistas con contrastada experiencia en las grandes ligas y un portero seguro como Onana está en condiciones de competir prácticamnete ante cualquier rival.
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Hablar de Camerún es recordar aquel equipo de Italia 1990, con Roger Milla, Omam-Biyik, Makanaky y N'Kono, que pasó a cuartos de final y a punto estuvo de apear a Inglaterra camino de las semifinales. La selección que lideró el boom del fútbol africano no es la misma, pero tiene sus opciones en un grupo muy igualado más allá de la Canarinha.
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