Inglaterra quiere clasificarse y vengarse

Pocos lo han olvidado. Las personas somos así de simples. Y ha llegado el momento. Porque una victoria de Inglaterra condena a Gales al destierro. El conjunto de Southgate lidera el grupo B con cuatro puntos, seguido por Irán (3), Estados Unidos (2) y Gales (1). Los ingleses pasarán de fase con un triunfo o un empate, aunque la victoria les asegura ser primeros. A Gales solo les sirve ganar y que los estadounidenses e iraníes igualen en su partido.

Southgate tiene dudas con la alineación. Tiene en la cabeza hacer rotaciones para dar descanso a algunos jugadores. Además, resuena desde la isla la petición de que Foden sea titular. Sorprende que se haya convertido en un actor secundario en este inicio de Mundial. El técnico incluso en los cambios ha preferido a Grealish o Rashford. Pero las quejas de los seguidores son cada vez más fuertes y es probable que el exdefensa internacional acceda.

Falta saber quién quedará fuera. Saka o Sterling tienen los números, aunque tampoco es descartable que salga Mount tras su discreto partido frente a Estados Unidos. Del resto del equipo, pocos cambios. Solo seguir disfrutando de Bellingham, ese jovenzuelo que se sienta en la mesa con Gavi, Pedri o Musiala, que tan bien combina con Rice en la creación de juego inglés.

La rivalidad entre ambas selecciones es cruenta pero el poderío es inglés. Gales lleva un punto en dos partidos y un solo gol anotado de penalti. Pobre bagaje. Bale seguirá como referente, pero la capacidad competitiva del delantero cada vez es menor. La selección de Robert Page únicamente puede aspirar a la victoria. Lo sabe y le presiona.

Además, ya no dependen de ellos para estar en octavos. Necesita un empate de los otros rivales. Demasiadas peticiones para un partido que debería empezar y acabar allí. Aunque con los hinchas de ambas formaciones todo puede pasar. Tanto que cinco días antes ya la liaron. Y no en las islas británicas ni en Qatar. La batalla campal fue en Tenerife.