Visita de Santi Cazorla a un entrenamiento de la selección española en Doha. Pablo García /RFEF
Mundial Qatar 2022 | Entrevista

Santi Cazorla, jugador del Al-Sadd en Qatar: «Echo de menos el ambiente en las gradas»

El ex de la selección española reflexiona sobre las ventajas y desventajas de jugar en el emirato catarí

Miércoles, 23 de noviembre 2022, 01:30

En 2020, Santi Cazorla aceptó la propuesta de Xavi para seguir sus pasos y fichar por el Al-Sadd de Qatar, que dirigía el técnico catalán. «Xavi se empeñó y me atrajo el hecho de que me entrenara el que ha sido siempre para mí ... un referente y un gran amigo». Cazorla cumple su tercera temporada en la capital de Qatar, ahora bajo las órdenes de Juanma Lillo. Un futbolista puede pasar de cobrar dos millones en la Liga española a cuadruplicar sus ingresos. Nadie lo esconde: los petrodólares son la principal razón por las que han recalado en la Qatar Stars League Guardiola, Batistuta, Frank de Boer, Hierro, Romario, Juninho, Raúl, Xavi y otras estrellas.

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Después de superar milagrosamente once operaciones en su tobillo derecho, Santi Cazorla volvió al Villarreal en 2018. Con 35 años consiguió meter 15 goles en la temporada 2019/20 y Luis Enrique le llamó a la selección. «Después me dijo que hubiera jugado la Eurocopa si no se hubiera suspendido por la covid». Podría haber prolongado un año más su carrera en el Villarreal, pero eligió dar un paso atrás: «Soy muy autoexigente. El Villarreal confió en mí cuando nadie pensaba que podía volver después de dos años con la lesión. Preferí irme en mi mejor momento. La gente se merece poder recordarte en lo más alto».

Además del dinero, hay otras razones que atraen al jugador para venir a Qatar: la presión es nula: «No solo es que el nivel sea menos exigente, sino que a los partidos van 1.000 personas». Pero la

tranquilidad tiene su lado aburrido. Después de haber jugado durante 17 años en equipos como el Villarreal, Recre, Málaga o Arsenal, lo que más echa de menos Santi Cazorla es el ambiente alrededor del fútbol: el gusanillo antes del partido, el trayecto en autobús desde el hotel alucinando con los hinchas, las gradas eufóricas.

Cierto es que hay cosas que compensan: como todos los partidos se juegan en Doha o su entorno, el jugador se ahorra los extenuantes desplazamientos a los que ha estado sometido en sus ligas de origen. «Puedes estar mucho tiempo con la familia. Este es un sitio para venir con la familia. Si vienes solo, se sufre. No hay mucho que hacer». Cazorla disfruta yendo a un restaurante con mujer e hijos, sin que nadie le conozca. El Estado ha apostado por el fútbol porque es el mejor escaparate para vender internacionalmente una imagen de modernidad, glamur y prosperidad. Pero los cataríes no se pirran por este deporte.

Los jugadores extranjeros de todos los equipos viven en 'La Perla', una zona residencial con sabor europeo que probablemente constituye la mayor densidad de futbolistas del mundo. «Aquí me veo con Javi Martínez, con Semedo y con otros colegas de diferentes países. ¡Tiras un balón al aire, y no cae!».

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Hasta que el cuerpo aguante

Le pregunto por las polémicas acerca del Mundial y los derechos humanos. Reconoce que los jugadores se mantienen al margen: «Es un poco tabú. Los propios cataríes evitan el tema. Está claro que hay cosas negativas, pero también buenas. El Mundial va a permitir que venga gente para ver cómo es el país de verdad».

Hay quien piensa que las autoridades se empeñarán en mostrar el mejor escenario teatral. Como los rascacielos de Doha, el Mundial tiene un cierto sentido irreal. Algunos estadios nuevos, que han costado fortunas, se desmontarán: «¿Para qué quieren un estadio de 80.000 personas si aquí no va nadie al fútbol?». Se dice que los jugadores de las grandes ligas europeas viven en una burbuja, pero para Santi volver a España sería recuperar algo de realidad cotidiana. «Mi idea es seguir jugando la temporada que viene. Ya me lo dijo Xavi: tú juega, que el propio cuerpo te dirá cuándo parar. A día de hoy me encuentro bien».

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Cazorla se siente jugador porque añora lo más importante. Volvió al primer nivel de la Liga, tras dos años inactivo, cuando nadie le esperaba. ¿Por qué no hacerlo de nuevo? «Vi el otro día por la tele el derbi del Betis-Sevilla y me ponía en la piel de los jugadores, de camino al campo. Veo los partidos en el Carlos Tartiere en Oviedo, y la gente tiene la misma emoción. ¡Quiero volver a vivir eso! Hay quien me dice que sería un riesgo, pero es lo que me queda por hacer. Veremos. No excluyo nada».

Durante el Mundial, Santi Cazorla cumplirá 38 años. Pero él sabe lo que es no rendirse y perseguir el sueño de volver a vivir aquello por lo que se hizo futbolista.

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