Dani Carvajal, el Pitbull que no admitía perder

Porque Carvajal sigue siendo el mismo tipo al que los amigos describen como el yerno perfecto: serio, humilde y responsable, pero intransigente con las derrotas. Cuentan sus allegados que en sus años mozos se pillaba unos cabreos monumentales cuando perdía. El mando de la PlayStation voló en más de una ocasión cuando las cosas no salían como quería. Lo mismo sucedía en los campos de fútbol que comenzó a pisar con el Lemans, el club del barrio de Las Vírgenes de Leganés en el que creció. Allí todavía recuerdan la pataleta que protagonizó cierto día después de que su equipo encajase un gol. Le sentó tan mal que imploró a su padre que abandonase el recinto. Se negó. El chico debía aprender que los reveses son parte del deporte, y de la vida.

En su primera comunión se enteró de que iba a hacer las pruebas con el Real Madrid. Un partido le bastó para demostrar que ahí había madera de la buena. Entró en La Fábrica en 2002 y era el tercer capitán del Alevín A cuando le escogieron para que colocase la primera piedra de la Ciudad Deportiva de Valdebebas junto a Alfredo Di Stéfano. «Mi madre me regañó después por salir con aquellas pintas (compareció en chándal), pero es que no esperaba que tuviera que salir yo».

Aquel mozalbete atesora hoy 20 títulos con el Real Madrid, en cuyo vestuario se le bautizó como el 'Pitbull de Leganés' por su resistencia y fortaleza física antes de que una plaga de lesiones le invitase a cambiar la dieta. Ya no ingiere gluten ni lactosa, y apenas prueba la carne roja. «Como si tengo que comer brócoli día, tarde y noche», bromeó antes de un partido de Champions un futbolista al que el físico había traicionado varias veces.

Estaba en la prelista de Vicente del Bosque para el Mundial de Brasil 2014, pero finalmente no fue convocado por el salmantino. La Eurocopa de Francia era su siguiente oportunidad de aparecer en una gran cita con La Roja, pero se la perdió por una lesión en la final de la Champions ante el Atlético. Tampoco pudo estar en el Europeo multisede de 2021 por otro percance físico. Sí pudo disputar el Mundial de Rusia 2018, aunque llegó entre algodones tras lesionarse en el duelo por la Decimotercera con el Liverpool en Kiev y estuvo lejos de su mejor versión.

A Qatar llega tras casarse en verano con Daphne Cañizares, con la que empezó a salir en octubre de 2018 tras conocerla en casa de Joselu, actual delantero del Espanyol y cuñado de esta exmodelo y azafata de vuelo mallorquina que fue compañero de Carvajal en el Castilla. En la residencia que comparten con su hijo Martín viven también cuatro perros: dos chihuahuas, un caniche y un galgo que seguirán a distancia las andanzas de un Pitbull que repetirá en Qatar el ritual previo a todos su partidos: rezar un Padre Nuestro en el segundo baño que haya empezando por la izquierda tras agarrar su camiseta.