Francia, preparada para romper el maleficio del campeón

Vigente campeona del mundo y con una nómina de futbolistas que asusta, Francia debería llegar a Qatar confiada, convencida y enseñando músculo a sus rivales. Pero hace tiempo que la vida en Les Bleus dejó de ser una balsa de aceite y Didier Deschamps, más que tareas de entrenador, ejerce de apagafuegos y pacificador para que todos los problemas que surgen en el seno de la selección no afecten a un colectivo que buscará repetir título, algo que no sucede desde que Brasil revalidó su cetro en Chile'62.

Como casi siempre en los últimos tiempos, Mbappé aparece envuelto en una polémica, en este caso con la Federación Francesa de Fútbol. Procede de años atrás, pero alcanzó su punto máximo en septiembre, cuando se negó a participar en la sesión de fotos de Les Bleus porque la federación no quería revisar el contrato de los derechos de imagen inherente a cada jugador.

Mbappé, Hugo Lloris y Raphael Varane enviaron una carta a la FFF, en nombre de los jugadores de Francia, y el presidente Le Graet tuvo que aceptar sus exigencias para evitar un cisma antes del Mundial. Precisamente Le Graet es otro de los problemas que ha afectado la preparación de Francia, ya que a sus 80 años, se encuentra en medio de una investigación gubernamental por denuncias de acoso sexual.

¿Pocos contratiempos? Hay más. Pese a que ha ganado un Mundial y una Liga de Naciones, Deschamps nunca ha tenido el consenso de los aficionados, que consideran que su selección puede dar mucho más de sí que el juego de contención y especulativo que Francia suele empeñarse en mostrar, lo que llevó a fracasos como el de la pasada Eurocopa, donde Les Bleus cayeron en octavos de final contra Suiza. En este escenario ha surgido la figura de Zinedine Zidane, que apunta a ser el elegido para relevar a Deschamps justo después del Mundial.

Y para terminar, las lesiones. Este sí que es un problema que está trayendo de cabeza a Deschamps. Pogba, Kanté, Kimpembe y Nkunku se han quedado fuera y otros como Varane o Koundé arrastran problemas físicos.

De todos modos, Francia cuenta con un potencial suficiente para acabar con la maldición de la campeona del mundo, esa que dice que un ganador no repite título y que en las tres últimas citas han caído en primera ronda -Italia, España y Alemania-. Pero con un futbolista tan desequilibrante como Mbappé , que acude a Qatar a demostrar que es el número uno, ¿quién descarta a Francia? Él lidera además una generación con jóvenes dispuestos a reinar y tiene el respaldo de la vieja guardia, la que encabeza un Benzema que tras ser Balón de Oro necesita ahora un Mundial.

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