Todos pendientes del último debutante de la campeona mundial

Su caso está siendo gestionado de modo algo extraño, ya que las pruebas se las hizo de la mano del Atlético y sobre todo porque el doctor Guillén -tras una nueva resonancia magnética en la clínica CEMTRO y no en Sanitas, asociada a la selección- se aventuró a pronosticar un descanso de dos semanas ya que sufre una microrrotura fibrilar. Es la misma que le hizo irse lesionado en los cuartos de Champions en el Camp Nou y que no ha desaparecido. El staff técnico quiere saber de primera mano su evolución, ya que se van a agotar los plazos por él, de modo casi excepcional, tras una reunión médica posterior al duelo del viernes. «Espero que esté y soy moderadamente optimista, pero tenemos buenos recambios», dijo Del Bosque. Si hay dudas se quedará sin Mundial pese a todo lo vivido.

En el grupo hay algo de sorpresa con esta excepción con un recién llegado, aunque la mayoría asume que su polémica nacionalización convierte su caso en algo especial. «Diego Costa puede ser importante para el grupo y como dijo Vicente, se le esperará. Si algo tenemos bueno en la selección son los servicios médicos y los fisios. La misma ilusión que tiene Diego la tienen otros muchos. Si al final viene, encantado. Si no, estará otro compañero», dijo un Torres que no ve similitudes entre el caso del brasileño y su lesión previa al Mundial de Sudáfrica. «Son situaciones muy diferentes. No tiene que ver una lesión muscular con una operación. El jugador tiene que ver si está en condiciones y para eso hay doctores y fisios que tienen que ver cuál es la recuperación y si puede llegar bien al Mundial. Una lesión muscular son semanas si se hace una buena recuperación. Si el míster lo convoca es porque estará en plena forma. No van a correr riesgos innecesarios». Lo dijo Torres porque es un pensamiento que se ha escuchado estos días por los pasillos de la Federación. «Preocupa que los que viajen al Mundial lo hagan, todos, en las mejores condiciones, listos para competir al mejor nivel. La exigencia es máxima», explicaba el preparador físico Javier Miñano.

«Uno más»

Y es que, como dijo Pepe Reina, ahora en el Nápoles, «el secreto del éxito» de la selección nacional «es que hay una gran relación personal entre todo el vestuario». Iniesta, ya desde antes de que se nacionalizase, dejó claro que «Diego Costa está mostrando un rendimiento prácticamente inmejorable. Si viene, aquí será como uno más. Eso está por encima de todo. El rendimiento del jugador es el que te hace estar en la selección». David de Gea, que debutará como internacional el próximo viernes en Sevilla ante Bolivia, explicó en Radio Marca que «Diego Costa es un gran jugador y tiene muchas ganas de estar. Ojalá esté recuperado pronto».

En la primera concentración para el amistoso ante Italia, Costa encajó bien en la dinámica del grupo y agradeció a «los compañeros y la afición» el trato recibido. «Parece que llevo bastante tiempo jugando con ellos. Me he sentido cómodo», explicó. Entonces, Sergio Ramos estuvo muy pendiente en la concentración de que fuese uno más en el grupo pese a sus polémicos duelos en la Copa del Rey. «Con Sergio Ramos ya somos casi como hermanos», dijo entre risas. El que no estuvo entonces, ni tampoco estará en Brasil, fue Álvaro Arbeloa, que perdió el tren por unas molestias físicas, el buen rendimiento del polivalente Azpilicueta y sus polémicas con el ariete rojiblanco.

Mientras se espera una decisión por Diego Costa, dos goleadores españoles como Fernando Llorente y Álvaro Negredo que han ganado sus Ligas están a la espera de su evolución para saber si pueden acudir a la cita mundialista o no. En el caso de que el brasileño no esté apto, uno de los dos podría ser llamado de urgencia, aunque en principio esa plaza parece reservada para David Villa.