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josé javier viera
Madrid
Martes, 27 de diciembre 2022, 16:53
En Inglaterra, Navidad y fútbol son sinónimos de 'Boxing Day' desde hace más de siglo y medio y en esta temporada el binomio Arsenal y victoria es ya una costumbre. En la tan especial jornada navideña y ante la atenta mirada de Arsène Wenger, que ... volvía al Emirates Stadium por primera vez desde su salida en 2018, el cuadro londinense volvió a demostrar con la remontada frente al West Ham que vive un momento dulce y no hay parón mundialista que le pese.
En 15 jornadas, los 'gunners' han celebrado 13 victorias y acumulan 40 de 45 puntos disputados, unos números de auténtico récord que superan a los conseguidos en este tramo de la competición por 'Los Invencibles', aquel equipo liderado por Thierry Henry que contaba con jugadores de la talla de Vieira, Pirès, Ljungberg o Bergkamp y que levantó la última Premier League para el club del norte de Londres en 2004, hace casi 20 años.
El Arsenal, gracias a su trato exquisito de balón, la presión tras pérdida y el vertiginoso ritmo que impone en los partidos, deslumbra en Inglaterra jornada tras jornada. La salida de balón de Saliba, el liderazgo de Xhaka, la calidad de Martin Odegaard, el olfato de gol de Gabriel Jesus, ahora lesionado de larga duración, y la explosividad de Saka son algunas de las claves del equipo dirigido por Mikel Arteta.
El técnico guipuzcoano es uno de los hombres del momento en el panorama futbolístico. Su buena labor en el cuadro londinense ha servido para recuperar la ilusión de la parroquia del Emirates Stadium y encauzar con grandeza un proyecto abocado a la deriva.
Nacido en San Sebastián en 1982, con tan solo dos años de vida Mikel Arteta tuvo que someterse a una operación a corazón abierto que no le impidió cumplir su sueño: ser futbolista profesional. La playa de Ondarreta, donde se divertía jugando con su gran amigo, Xabi Alonso, y el Antiguoko, el club de su infancia, vieron crecer a un mediocentro que a los 14 años se mudó a la Masia, donde coincidió con Andrés Iniesta, Pepe Reina o Victor Valdés y llegó a debutar en el filial blaugrana en la temporada 1999-2000.
Ante la dificultad para hacerse hueco en un centro del campo formado por Guardiola y Xavi en el primer equipo, Arteta se marchó cedido al Paris Saint-Germain durante dos temporadas de la mano de Luis Fernández. Su gran segundo año en el club parisino, en el cual disputó 41 encuentros y fue pieza clave de un equipo conformado por Ronaldinho, Heinze, Cristóbal Parralo o Pochettino, le valió para que el Glasgow Rangers abonase al Barça nueve millones de euros por sus servicios.
En Glasgow rápidamente se convirtió en un ídolo. En Escocia, donde le apodaron 'Spanish Hero' o 'Big Man', marcó 14 goles en 68 partidos, pero ninguno tan especial como el penalti decisivo que anotó en la última jornada liguera de su primera temporada para ganar el campeonato doméstico y conseguir el triplete escocés.
Su buen rendimiento en tierras escocesas y la marcha de Xabi Alonso al Liverpool llevaron a Arteta a volver a casa y firmar por el equipo de su ciudad, la Real Sociedad. Sin embargo, la etapa no fue satisfactoria y, tras participar en 17 encuentros, se marchó en enero al Everton para reemplazar a Gravesen, traspasado al Real Madrid en ese mismo mercado de fichajes. En los 'toffees' alcanzó su madurez futbolística y fue un referente tanto para el equipo como para la ciudad. De hecho, en 2007 le concedieron el galardón de Personalidad Deportiva del Año en Liverpool.
En 2011, con la esperanza de aumentar su escaparate y recibir una llamada de la selección española firmó por el Arsenal, donde fue capitán del equipo y se retiró en la temporada 15-16 debido a las lesiones que lastraron sus últimos años de carrera.
Tras colgar las botas, realizó un máster en los banquillos de la mano de Pep Guardiola en el Manchester City. Después de tres años y medio plagados de éxitos como asistente en el club 'citizen', Arteta asumió el cargo de entrenador en un momento en el que en el norte de Londres se vivía un clima de crispación tras la marcha de Arsène Wenger y el fracaso de Unai Emery.
Después de un inicio prometedor consiguiendo la FA Cup y la Community Shield, las decepciones no tardarían en llegar. En la temporada 20-21, por primera vez en más de 20 años los 'gunners' no lograron clasificarse para competiciones europeas. A la crisis en el terreno de juego, se sumaban los problemas en el vestuario: el técnico de San Sebastián retiró la capitanía y apartó del equipo a Pierre-Emerick Aubameyang, su jugador más diferencial.
Pese a que el Arsenal tocase fondo en el plano deportivo al comienzo de la temporada pasada, el entrenador español, respaldado plenamente por la directiva, supo relanzar el proyecto dando confianza a jóvenes talentos. El equipo firmó una gran segunda vuelta y tan solo dos puntos le privaron de clasificarse para la Champions League. La sensación era que, tras un largo y duro proceso de reconstrucción, poco a poco el Arsenal iba resurgiendo de sus cenizas tras la revolución del donostiarra. Y este curso lo ha confirmado.
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