Ancelotti, víctima de otra mala planificación

Conviene añadir más datos para contextualizar la resaca del último derbi, saldado con un contundente triunfo del Atlético ante el Madrid con tres goles de cabeza que sacaron a relucir las costuras defensivas de los blancos y una planificación nada racional de la que es víctima Ancelotti aunque él, siempre elegante, asuma «toda la responsabilidad» y el peso de las críticas sobre su «espalda grande». Con ocho éxitos y cinco empates en 21 partidos, Simeone ya es el tercer entrenador que más veces ha hecho morder el polvo a su colega de Reggiolo. Solo le superan Luciano Spalletti, que salió victorioso 11 veces en 24 duelos ante Carletto, y Roberto Mancini, ganador en 10 de sus 21 enfrentamientos directos con Ancelotti.

Consumada la primera derrota de la temporada tras seis victorias, cinco en Liga y la agónica ante el Unión Berlín en Champions, salen a relucir problemas evidentes del Real Madrid. Cuando pierde un poderoso siempre se hace mayor hincapié en los errores propios que los aciertos del rival, y en este caso la fragilidad del Madrid fue una constante.

Del Metropolitano, que tras su ampliación en 2.000 asientos registró el récord de asistencia con 69.082 espectadores, salieron varios señalados. Ancelotti, que erró en su apuesta por ganar la batalla en el centro del campo, quitar un delantero y desubicar a Jude Bellingham; toda la defensa, Rodrygo, intrascendente en este inicio de curso, y hasta Modric, sustituido en el descanso. El triple cambio realizado por Carletto a más de media hora para el final, con 3-1 adverso, lo dice todo. De una tacada, fuera Lucas Vázquez, Fran García y Alaba, dentro Nacho, Mendy y Tchouameni. Si eso es lo que tiene el Real Madrid para remontar un duelo así, apaga y vámonos.

Tras la derrota, insistió Ancelotti en que se produjo por la «fragilidad defensiva», con «mala colocación» en tres goles que fueron «fotocopias». Jugadas simples. Profundidad por las bandas, falta de ayudas defensivas para Lucas y Fran García, centros tensos y pleno acierto de Morata, dos veces, y Griezmann, ante el desconcierto de Rüdiger y Alaba. Se le acusa a Kepa Arrizabalaga de no salir a los centros de Samu Lino y Saúl, pero poco pudo hacer aunque es palmario que Courtois solo hay uno. «Buscamos el segundo palo porque sabíamos que ahí tenían problemas», resumió el Cholo.

Hasta el derbi, los resultados taparon las vergüenzas de un equipo que empieza mal los partidos y ya empezó perdiendo ante Almería, Getafe y Real Sociedad, aunque esos tres choques los remontó. Bellingham, autor de cinco goles en Liga y uno en Champions, disfrazó la realidad. Salvo sorpresa, a este Madrid no le llega para las citas de alta exigencia. En su primer día grande, acusó sobremanera las bajas de Courtois, Carvajal, Militao y Vinicius. La dependencia del brasileño es brutal y más le vale a Carletto que, ya recuperado, ni se constipe de aquí al final de curso. El Madrid dispone de un centro del campo sobresaliente, aunque Modric y Kroos, pese a su golazo, reabrieron el debate sobre si deben ser los elegidos o no en duelos de altísimo voltaje.

Florentino Pérez y sus colaboradores han forjado una plantilla cogida con alfileres atrás y arriba. El madridismo echa en falta un sustituto para Militao, lesionado de larga duración, un recambio de garantías para Carvajal, un lateral zurdo de más cuajo y otro delantero. Joselu llegó en lugar de Mariano y aporta mucho más, pero Bellingham no es Benzema en punta por mucho que los goles del inglés lo disimulen. «No es un problema de ataque», insistió, sin embargo, Ancelotti, quien remarcó que no cambió el sistema y repitió con el 4-4-2, con rombo en el centro del campo.

A diferencia del Atlético, el Madrid no hizo un comunicado de equipo menor quejándose del árbitro, pero no es buena señal que desde su televisión oficial se apele a la actuación de Alberola Rojas para justificar una derrota sin paliativos. En concreto, reclaman la anulación del primer gol de Morata por una falta a Bellingham cerca de la otra área, la expulsión de Giménez por una entrada sobre el inglés, la anulación del gol de Camavinga por un fuera de juego de Rüdiger y hasta un penalti por mano de Hermoso. En cambio, la actuación del trencilla manchego fue alabada por excompañeros como Mateu Lahoz, ahora comentarista.