Las Palmas se gana el ascenso a Primera

Las Palmas, con más calidad, mejor equipo que el Zaragoza, y 17 puntos más que el conjunto aragonés al término de la temporada, tuvo que esperar casi hasta el final para firmar el ansiado ascenso, después de un duelo en el que el equipo canario que dirige Paco Herrera no sólo le puso corazón, empuje y sacrificio, sino que también tuvo cabeza, para por lo menos materializar en dos ocasiones sus numerosas oportunidades. El Zaragoza, que desde el primer minuto sólo pensó en mantener el 3-1 de la ida en La Romareda, no pudo sobrevivir ante la ambición y el absoluto dominio de Las Palmas, que estuvo siempre volcado sobre la portería contraria.

Hasta 23 remates tuvo el conjunto amarillo frente a sólo cinco del Zaragoza, víctima de un rival al que el fútbol le debía lo que le arrebató la pasada temporada frente al Córdoba, cuando los canarios acariciaban la vuelta a Primera que pisaron por última vez en 2002. Trece años más tarde, tras acabar en cuarta posición en el campeonato -el Zaragoza fue sexto-, Las Palmas acompaña al Betis y al Sporting a la Primera División, por la que tanto han batallado los canarios durante todo el curso, con 22 jornadas como líderes de Segunda y 17 de ellas consecutivas. El 2-0 obligado para dar la vuelta a la eliminatoria estaba grabado a fuego en la mente de Las Palmas y al final el resultado se quedó corto para la superioridad y las ocasiones de las que gozaron los locales. El Zaragoza estuvo con un pie en Primera durante 84 minutos, pero siempre se mantuvo en el alambre, a merced de un equipo amarillo que a los gritos del «¡Sí se puede!» devolvió con un triunfo el cariño y la fe de sus aficionados.

La gran temporada de la UD Las Palmas tuvo finalmente su recompensa, aunque Paco Herrera y los suyos han tenido que sufrir mucho durante toda la promoción de ascenso, y la vuelta del duelo definitivo no iba a ser menos, aunque las puertas del éxito se abrieron poco después de cumplirse la media hora de partido, gracias a un zapatazo de Roque Mesa que permitió soñar a toda Gran Canaria y empezó a complicar a un Zaragoza que creyó que los nervios acabarían con su enemigo. Pero eso no va con los canarios. Con nada menos que 20 futbolistas de la isla y sólo cuatro extranjeros en su plantilla, Las Palmas supo esperar su momento con tranquilidad. Aunque a veces pecó de precipitación, puso el broche de oro a un trabajo espléndido con un gol de Araujo, aunque su juego estuvo liderado por un futbolista como Jonathan Viera que es puro talento en el ataque canario. «No se podía escapar. Era imposible», repetía emocionado Viera tras ver cumplido el sueño.

Tanto ataque y esfuerzo de Las Palmas, con el veterano Valerón en el banquillo, tenía que tener un premio de tal calibre, y fue coronado por el delantero argentino tras una salida en falso del portero del Zaragoza, que anterioremente había salvado a su equipo hasta de tres goles. También impidió el larguero, y Culio, que sacó en la línea de gol, sólo diez minutos antes de que Roque Mesa abriese el camino, que el Zaragoza se adelantase en el marcador en una de sus contadas llegadas. Ahí tuvo la fortuna de cara Las Palmas. La suerte también hay que buscarla, pero para dar la vuelta a la final de ascenso ante el Zaragoza los canarios tuvieron bastante más que lo que se les negó hace justamente un año.