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Amador Gómez
Miércoles, 25 de febrero 2015, 16:41
La Comisión Antiviolencia propuso este miércoles el cierre parcial del Benito Villamarín, la zona de la grada de gol sur, por los cánticos machistas proferidos el pasado sábado contra la exnovia del delantero del Betis Rubén Castro, denunciado por presuntos malos tratos. La clausura de ... una parte del estadio del Betis, propuesta por primera vez en el fútbol español, es la sanción más grave que se solicita contra un club desde que la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y el Consejo Superior de Deportes (CSD) decidieron extremar el pasado 4 de diciembre las medidas contra la violencia tras la muerte de un ultra del Deportivo en las inmediaciones del Vicente Calderón.
Los cánticos de «Rubén Castro alé, Rubén Castro alé, no fue tu culpa, era una puta, lo hiciste bien», que se escucharon durante el partido Betis-Girona del sábado, al igual que antes del inicio del anterior encuentro contra la Ponferradina del 8 de febrero, fueron denunciados el martes por la LFP, que destacó que fueron entonados «desde la grada donde se sitúa el grupo de aficionados del equipo local conocido como Supporters Gol Sur y, por parte de un número indeterminado pero relevante dentro del grupo de aproximadamente 1.000 espectadores situados en la mencionada ubicación». Anviolencia, que adelantó un día su reunión, considera que «los hechos referidos pueden ser constitutivos de delito», por lo que remitirá a la Fiscalía, que también investiga de oficio dichos cánticos, todos los datos que obran en su poder y los solicitados al Betis, «a efectos de su consideración penal».
REACCIÓN DEL CLUB
El presidente del Betis, Juan Carlos Ollero, manifestó por la noche que el club se siente "indignado" con la propuesta de sanción y que la consideran "oportunista" y "discriminatoria". El dirigente precisó que la entidad "condena enérgicamente la violencia y especialmente contra la mujer" y que la afición bética, en sus 107 años de historia, "siempre ha tenido un comportamiento señorial". Ollero apuntó que el club estima que se perjudican a 4.500 abonados que ocupan esa grada que se propone para su clausura y lamenta "el daño a toda la afición". "El Betis, en nombre de sus más de 37.000 abonados, actuará donde sea necesario", aseguró el presidente del club sevillano, quien ha añadido que la sanción "debe ser asumida por los infractores, no por la afición".
El organismo que preside la directora general de Deportes, Ana Muñoz, recomienda al Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol (FEF) que se apliquen las nuevas medidas que posibilitan el cierre de sectores concretos de los estadios donde se localicen «actuaciones contrarias a las conductas tipificadas» en la ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte. También refleja Antiviolencia que el pasado sábado, por parte de hinchas del mismo grupo de Supporters Gol Sur, se cantó, en alusión al Sevilla: «El equipo bastardo y penoso, el equipo de las putas del Pizjuán».
Tras la alarma social generada por los cánticos vejatorios contra la expareja de Rubén Castro -los que se escucharon hace dos semanas no fueron denunciados en su momento por la LFP-, el primer tribunal de justicia federativo deberá por tanto castigar al Betis con la clausura de una zona del Villamarín tras estimar Antiviolencia «que tales conductas de aficionados son merecedoras de condena tanto a nivel individual de quien las realiza como del club respecto del que son seguidores». Por ello, propone a la FEF «que se adopten las medidas de cierre parcial de gradas que se contemplan en la nueva normativa (Reglamento interno y Código Disciplinario federativo)». Antiviolencia ha mostrado «el rechazo más absoluto a comportamientos en un estadio de fútbol que justifican la violencia machista, que incitan a la violencia contra las mujeres y que amparan en un recinto deportivo conductas degradantes, delictivas y ajenas a los más elementales principios de convivencia» y solicita al Betis «que aporte cuantos elementos de prueba que pueda recabar para que permitan la identificación de los autores de tales hechos».
Con la información recabada por la Policía, que ya trabaja en las identificaciones, y los documentos de audio y vídeo de las televisiones y de las Fuerzas de Seguridad, Antiviolencia trasladará las pruebas a la Fiscalía de Sevilla, que el martes decidió abrir diligencias sobre el caso después de haber solicitado dos años y un mes de cárcel para Rubén Castro, acusado de cuatro presuntos delitos de maltrato y uno de amenazas. Los autores de los cánticos ofensivos podrían ser sancionados con multas individuales de hasta 60.000 euros y la prohibición de acceso a los recintos deportivos por un plazo máximo de dos años. También reclama Antiviolencia al club verdiblanco de Segunda División «que realice el visionado de encuentros previos a los señalados (Betis-Ponferradina y Betis-Girona) a fin de localizar si los mismos cánticos se han producido con anterioridad».
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