Segundo descenso del Murcia en los despachos

También el presidente del Murcia, Jesús Samper, garantizó a los futbolistas «que afrontará el futuro», según desveló el capitán de la plantilla, José Luis Acciari, a quien se le prohibió, como al resto de representantes del equipo desplazados a Madrid, la entrada en la sede de la patronal, donde confiaban en ser recibidos por Tebas. «La cita no estaba en la agenda», justificó el máximo dirigente de la Liga. «Nos sentimos muy maltratados. Nos tenían que haber atendido al menos cinco minutos. Parecíamos unos cochinos entre rejas, con la policía empujándonos y un calor increíble», se quejó Acciari. Lo hizo en los micrófonos de Radio Marca después de que alrededor de 300 aficionados pimentoneros, gritos aparte contra Tebas y Samper, mostrasen una actitud tan pacífica a las puertas de la LFP que incluso pidieron permiso a la Policía Nacional para abrir un bote de humo en plena calle, y se lo concedieron.

«Preferimos cien manifestaciones como la de hoy a cambiar nuestro rigor económico», apuntó Tebas. De nada sirvió la presión popular e institucional para impedir que la Comisión Delegada de la Liga ratificase el castigo al Murcia. Veintidós años después el Murcia regresa a Segunda B por no atenerse a las exigencias impuestas para formar parte del fútbol profesional. En 1992 no fue inscrito en la LFP por no transformarse en sociedad anónima deportiva. El año pasado el Murcia perdió la categoría en los terrenos de juego, pero se mantuvo en Segunda gracias a la plaza que dejó vacante el Guadalajara y consiguió acabar cuarto el último campeonato. «Por mi voto el Murcia se quedó entonces en la categoría», se defendió este jueves el presidente de la patronal.

Sin embargo, en esta ocasión el Murcia no ha cumplido los requisitos económicos exigidos por la Liga y, como consecuencia de la deuda de 13 millones que mantiene con Hacienda y por ser reincidente en el incumplimiento de sus obligaciones tributarias, ya es de forma oficial club de Segunda B. El Mirandés ocupará su puesto en la categoría de plata, en la que continúa el Racing una vez renegociada su deuda privada y superado el control económico, aunque el presidente de la LFP recordó que para la entidad cántabra «es fundamental que lleve a cabo la ampliación de capital antes de final de año, para ser un club estable».

En el caso del Murcia -deuda global de 35 millones y sólo seis millones de ingresos para rebasar el ratio económico que establece la Liga-, ya no hay esperanza, ni siquiera aunque el club decidiese recurrir ante la justicia ordinaria. «El Murcia tiene su derecho, y hasta su obligación, de defender sus intereses allá donde crea, y si nos obligasen a cambiar la decisión, habría que cambiarla, pero de esta temporada el Murcia tiene tres expedientes disciplinarios por impagos a la Agencia Tributaria, y cuando hay reincidencia, la sanción es el descenso de categoría», zanjó Tebas, quien subrayó que «hay otra liga, económica, que también hay que ganar, para que la competencia deportiva sea leal, la mejor posible».

Para responder a quienes acusan a la LFP y al Consejo Superior de Deportes (CSD) de un trato discriminatorio con el Murcia con respecto a otras entidades, el presidente de la patronal también quiso aclarar que «hay clubes con más deuda que el Murcia, pero muchos más ingresos, y otros tienen su deuda aplazada con Hacienda». «No es un tema cuantitativo, sino de calidad de la deuda, en qué plazo la tienes que pagar. A 31 de julio no ha podido renegociar la deuda, como ha hecho el Racing, ni resolver las deudas con la Agencia Tributaria», insistió. También reprochó Tebas las reiteradas quejas del presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), Luis Rubiales, por las «decisiones impuestas unilateralmente por los clubes, con el respaldo del CSD», según denuncia el sindicato: «No he oído ninguna propuesta del sindicato. La AFE sabía los problemas del Zaragoza (ya solventados) y del Murcia desde hace meses, y su obligación era comunicar a sus jugadores el camino que les podía esperar».