Nacho eleva al Real Madrid al liderato

El duelo de Pucela será una buena oportunidad para comprobar si Zidane opta por recuperar el dibujo táctico con cinco centrocampistas que tanto rédito le dio en la Supercopa de España. Con el regreso a la Liga de Fede Valverde, ausente ante el Sevilla en el Bernabéu por su expulsión frente al Atlético en Arabia Saudí, y tras las rotaciones del duelo copero frente a Unionistas en Salamanca, el técnico francés vuelve a tener disponibles a todos sus hombres para la medular, una circunstancia que se une a las ausencias en la parcela ofensiva, con Hazard ultimando su puesta a punto, Bale sumido en su enésimo retorno a la enfermería y Vinicius fuera de la convocatoria por decisión técnica.

«El otro día marcó (En Copa del Rey ante Unionistas). Siempre voy a defender a mis jugadores, entrenan todos los días, se matan... Hay una buena dinámica. Los jugadores luchan por el escudo del Madrid», señaló el técnico francés sobre el galés, de nuevo en el ojo del huracán por sus constantes molestias físicas, que apenas le han permitido disputar 15 de los 29 partidos oficiales de su equipo esta temporada.

A priori, el Valladolid parece un rival asequible teniendo en cuenta que suma ocho jornadas ligueras sin conocer la victoria, pero aún goza de cierto margen de puntos respecto a la zona de descenso tras un gran comienzo. Sólo el Leganés suma menos goles que el equipo castellano (16 por 17), que ha logrado dos victorias en sus nueve partidos como local, aunque también seis empates por sólo una derrota frente al Sevilla. La escasa capacidad realizadora del equipo dirigido por Sergio González se une además a la solvencia defensiva del Madrid, el equipo menos goleado con 13 tantos encajados en veinte partidos, un balance que permite a Courtois situarse al frente del Trofeo Zamora.

El Madrid, que no pierde en Zorrilla desde hace más de once años, es esta temporada un equipo fiable a domicilio, condición bajo la que sólo ha sido derrotado por el Mallorca, pese a que ya ha pasado por algunas de las plazas más complejas de la Liga, como el Camp Nou, el Metropolitano, el Ramón Sánchez Pizjuán o Mestalla. Este exigente calendario no le impide ser el mejor foráneo del campeonato en porcentaje de puntos, pues ha sumado uno menos que el Sevilla, pero también ha disputado un partido menos. En Valladolid tendrá la posibilidad de refrendar esta condición y de paso, encaramarse a lo más alto de la tabla.

Tras la derrota del Barça en Mestalla y la confirmación de que el Atlético también ha dimitido de la Liga, el Real Madrid cerraba jornada en Pucela con la obligación de buscar, sin dudarlo, un triunfo que le permitiera recuperar un puesto de privilegio perdido en la novena jornada de Liga. El choque, sin embargo, tuvo su miga, ya que los pucelanos acumulan ya nueve jornadas sin ganar pero en casa se han hecho fuertes.

Entró el Madrid tranquilo, seguro de sí mismo. Tocaba bien pero le faltó en el primer tiempo capacidad de sorpresa ante un rival que se defendió de maravilla, sin meterse muy atrás. Sobre todo, a los visitantes les costaba un mundo encontrar esos huecos centrales donde suelen aparecer sus jugadores de más talento. Y calidad había, y mucha, con Rodrygo cerca de Benzema.

Celebró Casemiro un buen gol de cabeza, tras falta lejana lanzada por Kroos muy pasada, que hubiera cambiado pronto el signo del encuentro y obligado a abrirse a sus adversarios, pero

Creció el Madrid tras la reanudación porque incrementó el ritmo, la velocidad de balón y presionó más alto. Como si asumieran sus jugadores que el período inicial hubiera sido de desgaste y el segundo el de la definición.

Prosiguió el asedio de los merengues, que de nuevo rondaron el gol en un cabezazo de Benzema que salió muy cerca del poste.