Valencia y Atlético recuperan sensaciones en un empate de poder a poder

El margen de error es cada vez más estrecho y hay cinco equipos para solo dos puestos, ya que el Atlético es cuarto, con 39 puntos, y el Valencia marcha séptimo, con dos menos. Por delante está el Getafe, tercero con 42, y entre medias se ubican el Sevilla, quinto con 39, y la Real Sociedad, sexto dos puntos por debajo de los andaluces. Mestalla es un fortín para los locales, toda vez que el Valencia es el único equipo junto a los dos grandes que no conoce la derrota en su feudo en el torneo de la regularidad, y un desafío para un Atlético que decepciona fuera de casa, con solo tres victorias en once salidas este curso.

Celades ha admitido que el último partido ante el Getafe, saldado con un rotundo 3-0 para los de madrileños, fue el peor desde que se hizo cargo del Valencia, obligado a una reacción ante una afición, siempre muy exigente, que vuelve a estar descontenta. Para esta cita, el técnico local no podrá contar con los lesionados Rodrigo Moreno, Garay, Manu Vallejo, Coquelin y el portero Jasper Cillessen, y tampoco con el sancionado Florenzi, refuerzo invernal. En cambio, se han recuperado Cheryshev y Gameiro, mientras que Gayà ha podido entrar en la convocatoria tras recuperarse del traumatismo sufrido en el Coliseum Alfonso Pérez.

Situación parecida, si acaso algo mejor, la del Atlético, sin la pegada y la fortaleza de los últimos años con Simeone. Normalmente, a estas alturas ya tenía más que consolidada su posición en puestos de Champions e incluso peleaba por la Liga. Los dos últimos años no fueron especialmente buenos pero acabó segundo, sólo superado por el Barça y justo por delante de su eterno rival.

Simeone vive su peor momento y está cuestionado por buena parte de su parroquia, pero comienza a recuperar efectivos y considera que el primer tiempo mostrado ante el Granada (1-0) debe suponer un punto de inflexión en un equipo que solo ha marcado 23 goles en 23 jornadas y que en cada cita se sujeta por las paradas clave de su portero Jan Oblak.

El Atlético no ha marcado, ni puntuado, en sus dos últimos compromisos ligueros a domicilio, frente al Eibar y el Real Madrid. Había mejorado a final de año pero la derrota en la final de la Supercopa por penaltis y, sobre todo, la eliminación copera ante la Cultural Leonesa le han lastrado anímica y físicamente.

Para Valencia vuelven al once el lateral colombiano Santiago Arias, que lleva días ejercitándose a ritmo con el grupo, y el central brasileño Felipe Monteiro, que cumplió sanción ante el Granada. Simeone confirmó en la previa que Álvaro Morata entra en la convocatoria dos semanas después de lesionarse en el derbi. También Giménez vuelve a estar entre los elegidos. No llegan el portugués Joao Félix, el mexicano Héctor Herrera, el defensa internacional inglés Kieran Trippier y, sobre todo, Diego Costa, con el que Simeone sueña en poder tenerle ante los 'reds'.

Valencia y Atlético de Madrid recuperaron sensaciones y acabaron repartiéndose puntos en un

Y a decir verdad, no decepcionó, sobre todo en cuanto a su intensidad. Faltaban las ocasiones, pero a la primera se cantó el bingo. Centro raso de Correa, Gabriel Paulista metió el pie pero con la mala fortuna de dejar el balón muerto en el área pequeña a

Con la ventaja en el marcador, el Atlético fue una lapa para acabar desesperando al talentoso Parejo. Por momentos, recordó a ese equipo de hace algún tiempo, con una habilidad inigualable para ponerse por delante y cerrar los partidos, pero todo se rompió en una jugada de pizarra del Valencia. Parejo botó el saque de esquina, Maxi la bajó de maravilla con el pecho en el segundo palo y la metió a la olla, donde

La igualada le desbarató el plan a Simeone, que sin embargo halló un comodín cuando asomaba el descanso.

Ya en la segunda parte, Simeone metió en el campo a Vrsaljko, que ha vuelto a ser importante cuando nadie lo esperaba, para retirar al amonestado Lodi, pero su muralla defensiva se deshizo inexplicablemente en una

La

Morata tuvo el 2-3 tras un gran centro de Vrsaljko, pero se topó con la reacción felina de Jaume. El tramo final fue trepidante, un toma y daca fruto de la