El Sevilla sigue atascado y el Levante suma un nuevo empate

En el Sevilla, quinto con 28 puntos (a 3 del Real Madrid -cuarto- y con 7 de renta sobre su perseguidor, el Villarreal), todo el mundo es consciente de la imperiosa necesidad de ofrecer su mejor versión, y resarcirse de esa dolorosa goleada, que ha escocido mucho en todos los estamentos del club, empezando por el presidente, José Castro.

El reto de los sevillistas, a los que esta semana les tocó un hueso en los octavos de la Liga de Campeones (Manchester United), es reengancharse a la lucha por los puestos de 'Champions' y hacer un buen partido ante un Levante, decimoquinto a 4 puntos del descenso, que sólo ha ganado uno de sus diez últimos encuentros (7 puntos de 30 posibles).

Por ello, la única consigna en el equipo que dirigirá por quinto partido consecutivo el argentino Ernesto Marcucci, por la enfermedad de su compatriota Eduardo Berizzo, es salir desde el inicio a por todas y recuperar su mejor juego de otras citas para enderezar el rumbo y pasar página de lo ocurrido en el Bernabéu.

Antes de ese 'naufragio', que ha levantado ampollas por la indolente actitud de un equipo que bajó los brazos a las primeras de cambio, y se fue al descanso ya con el 5-0, los hispalenses habían enlazado seis partidos sin perder, con cuatro triunfos y dos empates entre todas las competiciones. En total, llevan dos derrotas en once encuentros.

En este último choque del año en el Sánchez Pizjuán, donde el Sevilla lleva casi trece meses sin perder (1-3 con el Juventus Turín, el 22 de noviembre de 2016), podrían lograrse dos hitos históricos: la victoria número mil en Liga en Primera; y que Jesús Navas pase a ser el sevillistas con más partidos jugados en su historia, con 416. Se prevén pocos cambios pese a la estrepitosa derrota del sábado. Escudero volverá al lateral zurdo, Sarabia a la otra banda y el galo Ben Yedder como ariete, y se disputarían sendos puestos Krohn-Dehli con Franco Vázquez, y Nolito con otro argentino: el 'Tucu' Correa.

El Levante llega a Sevilla en una delicada situación tras haber ganado uno de los últimos diez partidos en Liga, a pesar de que el equipo valenciano todavía mantiene una ventaja de cuatro puntos respecto a la zona de descenso.

El entrenador del Levante, Juan Ramón López Muñiz, no puede contar con Enis Bardhi, que se ha quedado fuera de la lista por molestias musculares, y ha prescindido de Shaq Moore y El Hacen, que fueron titulares en el partido del pasado domingo ante el Athletic de Bilbao en Valencia. Además, el preparador asturiano tiene las bajas por lesión de Roger Martí, Cheick Doukouré e Iván López, y también prescindió por decisión técnica del portero Mitch Langerak.

La ausencia en la lista de Shaq implicará la titularidad de Pedro López, mientras que Rober Pier podría ocupar el puesto de El Hacen en el centro del campo, y Jefferson Lerma sustituir al macedonio Enis Bardhi en esa misma línea medular. En ataque no se esperan novedades y David Remeseiro 'Jason' y José Luis Morales ocuparán las bandas con el delantero turco Enes Ünal como delantero de referencia.

El Sevilla, como ya mostró la pasada jornada en el campo del Real Madrid, sigue atascado en su juego y no fue capaz de superar en el Sánchez Pizjuán al Levante, que volvió a sumar un nuevo empate, de mérito pero que le impide separarse con autoridad de los puestos de descenso.

Al equipo hispalense se le resiste la victoria mil en Primera División y además sigue perdido. Lo demostró ante un rival que estuvo más entonado y que desperdició una gran oportunidad de llevarse los tres puntos del campo sevillista.

Salió el equipo hispalense intenso, con ganas de hacer olvidar la herida que dejó el pasado sábado la mala imagen y la goleada (5-0) sufrida en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid.

Además, volvía su entrenador, el argentino Eduardo Berizzo, al banquillo tras cuatro partidos consecutivos ausente después de la operación de cáncer de próstata a la que fue sometido.

El conjunto valenciano, con un solo triunfo en las diez últimas jornadas, necesitaba reencontrarse con los tres puntos para no verse cada vez más cerca de los puestos de descenso.

Los del técnico asturiano Juan Ramón López Muñiz, pese a todo, fuera del Estadio Ciudad de Valencia tienen unas buenas estadísticas y rebasado el primer cuarto de hora el delantero turco Enes Ünal tuvo una clarísima ocasión para el 0-1, pero una mano milagrosa de Sergio Rico lo evitó.

Ese lance fue un resorte para el Levante y también la entrada del Sevilla en una fase de falta de confianza y fluidez contagiado por una noche fría y lluviosa y ante unos aficionados que empezaron a recordar los desajustes vistos ante el Real Madrid.

Lograron los locales sacudirse algo ese dominio de un cuarto de hora del adversario, pero sus dos creadores, el argentino Éver Banega y el brasileño Paulo Herique Ganso, no fueron capaces de coordinar el juego de los suyos, quienes vieron peligrar otra vez su marco en un lanzamiento de un libre directo de Sergio Postigo que acabó con el balón estrellado en un poste.

Pudo marcar el Sevilla en el último minuto de la primera parte, en un remate de cabeza del lateral argentino Gabriel Mercado que también fue repelido por un poste, pero el tanto no llegó y los jugadores se fueron a los vestuarios con malas sensaciones para los de Berizzo y buenas para los de Muñiz.

En la reanudación, se mantuvo el Levante fuerte en su poblado centro del campo y frente a un rival que no encontraba la concentración y la precisión necesaria para llevar el control, aunque el argentino Joaquín Correa, el francés Wissam Ben Yedder y Sergio Escudero estuvieron cerca del gol en tres lances casi seguidos.

Esas acciones hicieron tomar precauciones a los levantinistas y que el partido quedara ya más abierto y en el que Jesús Navas entró en el último cuarto de hora para convertirse así en el jugador de la historia sevillista que más encuentros oficiales ha disputado, con 416, récord que hasta este viernes tenía Pablo Blanco.

De nada valió ese cambio en un Sevilla que fue despedido por sus seguidores con una gran bronca debido a su falta de ideas, de la que no se aprovechó el rival.