Vinícius y la suerte salvan al Real Madrid

Tras haber sido declarado por el club como entrenador «provisional», Solari espera «que la gente asuma que es un partido muy importante para todos y venga a apoyar al equipo». «Espero que el Bernabéu nos apoye, nos ayude y nos encienda, y nosotros intentaremos encenderlos a ellos», comentó el entrenador blanco, que avisa del peligro del Valladolid, aunque ahora ve a sus futbolistas «con mucha alegría» y dice estar «muy contento» de su primer partido en la Copa en Melilla, donde el Madrid también mostró «concentración y agresividad». «El Valladolid es un equipo muy ordenado tácticamente, muy bien trabajado, y va a venir con el ánimo muy arriba tras siete partidos sin perder», advirtió este viernes el sustituto de Julen Lopetegui respecto a un rival que no conoce la derrota a domicilio desde el pasado 27 de mayo y que está a cinco puntos del liderato en zona europea.

«Nos corresponde hacer un partido muy serio y muy estricto», proclamó Solari, a quien tras el debut copero ante el Melilla por 0-4 y la actuación destacada de Vinicius ya se le exige la titularidad en la Liga del joven delantero brasileño que ha costado al Real Madrid no sólo los 45 millones de euros pagados al Flamengo. El fichaje de Vinicius se elevó hasta los 61 millones, ya que el club blanco tuvo que abonar ocho más al intermediario Wagner Ribeiro y otros ocho a la familia, según ha desvelado el exagente Josep Maria Minguella en la Cadena Cope.

Con el ascenso fulgurante de Vinicius al primer equipo después de estar relegado por Lopetegui en el Castilla que precisamente dirigía Solari, el madridismo se ilusiona ahora con el brasileño y el nuevo técnico blanco promete contar con él, aunque no puede garantizar su entrada en el once para prescindir de alguno de los considerados fijos, como son Bale y Benzema, aunque el entrenador considera que «no hay jugadores indiscutibles». «Lo de Vinicuis es tiempo y juego, porque sólo tiene 18 años y todo el tiempo por delante, y juego, porque para tener esa experiencia por supuesto que tiene que jugar. Jugará para tener experiencia y con la experiencia se hará mejor jugador. Todos vemos el talento que tiene», reconoce Solari, para quien el futbolista brasileño «es uno más de la plantilla y todos tienen que estar para ser titulares, salvo los que están lesionados (actualmente, Carvajal, Marcelo, Varane, Mariano y Vallejo)».

«Son todos buenos, con distintos currículums, carreras, títulos y experiencia, pero cada uno puede aportar lo suyo. Es lo que hace al equipo», añadió Solari, que pretende imprimir en el campeón de Europa «loa valores del madridismo». «La ambición, las ganas de atacar, de llevar el peso del partido, de buscar el gol, de no rendirnos nunca, el sacrificio... Y me encantaría que el Real Madrid juegue como el Real Madrid de la novena, la décima, la undécima, la duodécima, la trigésima (quiso decir la decimotercera)... Son ellos los que tienen que encontrarse», dijo en alusión a sus futbolistas, mientras el técnico del Valladolid, Sergio González, prometió que el Valladolid «va sin miedo al Bernabéu». «Sabemos que sus jugadores en cualquier momento pueden desnivelar el partido, pero nosotros tenemos que ser fieles a nosotros mismos, mostrarnos sólidos en defensa y tener personalidad con la pelota», apuntó el entrenador catalán.

Aunque la imagen que dio durante 80 minutos demuestra que cualquier esperanza de un rápido viraje tras el relevo en el banquillo es demasiado temprana,

Los goles tienen la virtud de cambiar los análisis a la velocidad del rayo. Así ocurrió con los dos tantos que infligieron la derrota número 74 al Valladolid en sus duelos oficiales con el Real Madrid. Hasta que el chut de Vinícius se envenenó,

El cuadro que entrena Sergio González, gran revelación del campeonato, demostró por qué llegó al Santiago Bernabéu con dos puntos más que los blancos y pisando puestos europeos. Coqueteó con la victoria en un pulso que volvió a dejar al trasluz las miserias del cuadro de Chamartín. Merecieron mucho más los visitantes pero se marcharon de vacío, tumbados por una rocambolesca acción que vino a demostrar que, al menos, hay

Luego Sergio Ramos rubricaría un triunfo que no debe solapar la disección de un equipo que, tras la

Había expectación por conocer el primer once de Solari en Liga. Con una defensa de circunstancias por las bajas en la que hallaron acomodo Odriozola y Reguilón en los costados, Isco fue el gran sacrificado de partida en una escuadra que se perfiló en un 4-3-3.

Comenzó dominador el Real Madrid, que a los tres minutos estuvo cerca de abrir el marcador con un disparo de Benzema a pase de Asensio que el galo cruzó en exceso. El Valladolid aguardaba con el bloque bajo, dejando que el Madrid saliera para encimarle en tres cuartos y salir a la contra tras robo.

Aunque Solari mantuvo para su debut liguero el dibujo de Julen Lopetegui en la primera parte en lugar del 4-2-3-1 con que habitualmente armaba al Castilla y que mantuvo en Copa ante el Melilla, el duelo bosquejó diferencias entre los planteamientos del argentino respecto al vasco. La presión tras pérdida, seña de identidad del guipuzcoano, dejó paso a

Pero el paso de los minutos y la incapacidad de traducir el dominio en goles comenzó a intranquilizar a la hinchada merengue, especialmente después de que Antoñito picase demasiado una bola que olía a gol. Bale, que volvió a tener en su frente el gol cuando ya había runrún en la grada, era la diana del enfado de su afición en un primer tiempo en el que todo el peligro local llegaba por el aire. El Madrid fue perdiendo ritmo a medida que sobrevolaban de nuevo sus fantasmas y el Valladolid ganó metros. De no haber girado tanto Ünal el cuello en un remate de cabeza, el guión al intermedio bien podría haber sido el tantas veces plasmado este curso por

Al Madrid le faltaban recursos más allá de los centros laterales y los golpeos lejanos para desarbolar a un contrincante que ha hecho del orden el eje sobre de su asalto a la zona aristocrática de la tabla. La pitada al descanso y las que tuvieron por receptores a Bale y Asensio cuando se marcharon constataron que

Necesitaba agitar Solari a un equipo plomizo. No pasó de intercambiar las bandas de Bale y Asensio el argentino a vuelta de vestuarios, pero visto que el tedio persistía, el rosarino introdujo a Isco y retiró a Casemiro buscando el embrujo del malagueño. Un cambio ofensivo para

Reconfigurado en torno a un 4-2-3-1, el Madrid trató de ser más vertical, pero