Benzema evita otro zarpazo azulgrana

Mbappé, Hazard, Koulibaly, Pjanic, Jovic, De Ligt, Rabiot. La pléyade de nombres asociados al conjunto de Chamartín no hace sino aumentar con cada hora que pasa. Hacia esas figuras se va la atención de los aficionados blancos desde que contemplaron cómo su equipo se quedaba sin opciones de añadir otro título al Mundial de Clubes que lucirá en las vitrinas del Santiago Bernabéu como único y magro consuelo de una temporada en la que la única sonrisa la esbozó la hinchada al conocer que el entrenador que le hizo tocar las estrellas asumía desde ya la reconstrucción necesaria para abrir un nuevo ciclo ganador. Pero Zidane repite por activa y por pasiva que antes de pensar en el futuro hay que concentrarse en el presente. «Nos quedan diez partidos y es la única cosa que tenemos que pensar, acabar bien la temporada», dijo cuando se le inquirió este sábado por los presuntos objetos de interés de cara a la campaña venidera.

El galo, que alcanzará ante el Huesca el medio centenar de partidos de Liga dirigiendo al Real Madrid en el Santiago Bernabéu, repetirá un antiguo patrón de su anterior periplo: revolucionar el once tras parón para compensar el desgaste derivado del éxodo que tuvieron que afrontar los trece componentes de la plantilla que acudieron a las llamadas de sus respectivas selecciones.

De entrada, dejó fuera de la convocatoria a Varane, Modric, Kroos y Marco Asensio por descanso, a los que se unió la baja por lesión de Courtois, al que se le ha diagnosticado una tendinosis en el recto femoral derecho, además de Carvajal y Vinicius, aún en fase de recuperación ambos de sus respectivas dolencias, aunque el lateral diestro estará ya listo la próxima semana.

Zidane sopesaba darle la portería a Courtois ante el Huesca teniendo en cuenta el viaje transoceánico que tuvo que afrontar Keylor Navas para jugar con Costa Rica, pero el percance del belga con su selección le impedirá regresar al once, en el que se estrenará esta temporada Luca Zidane, al que su padre, como ya hizo en la última jornada de la pasada temporada, quiere darle algún encuentro. «Es el tercer portero del Real Madrid y mañana va a salir como... No te lo voy a decir», dijo este sábado sobre el joven arquero en lo que fue un desliz que provocó carcajadas en la sala de prensa de Valdebebas.

Nacho será el recambio de Varane en una defensa en la que repiten Sergio Ramos, que este sábado cumplió 33 años, Odriozola y Marcelo. Ceballos e Isco cubrirán las vacantes de Modric y Kroos en la medular, con Marcos Llorente, ya recuperado de su lesión en el aductor de la pierna izquierda, como pivote. Arriba la gran novedad será la irrupción de Brahim, tras 73 días sin jugar.

Con sus esperanzas de salvación cada vez más comprometidas, el Huesca no puede permitirse descontar jornadas sin sumar, por muy superior que sea su adversario. Bien lo sabe Francisco, que recordó el viernes que en el Bernabéu ya han pescado varios conjuntos esta temporada. «Sabemos que llevarán la iniciativa porque tiene a los mejores jugadores del mundo, pero igual que han ganado y puntuado otros equipos ¿por qué no podemos hacerlo nosotros?», dijo el técnico de la escuadra altoaragonesa. Su principal quebradero de cabeza es el lateral derecho, ya que Carlos Akapo y Jorge Miramón están lesionados y David Ferreiro, que en la primera vuelta fue un martirio para Odriozola entrando por la banda opuesta, está sancionado.

Pese a completar otra primera parte para el olvido y ver comprometido durante muchos minutos del más aseado segundo periodo el duelo con el empate de Etxeita, el Real Madrid firmó ante el Huesca la segunda victoria consecutiva tras el regreso de Zinedine Zidane, que en su

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Providencial la diana del galo para evitar un nuevo estropicio de su equipo ante un adversario azulgrana. Sólo tres triunfos en once choques ante contrincantes vestidos con semejantes colores dan buena cuenta de una maldición que estuvo a punto de añadir otra muesca de no mediar la aparición del lionés, que colocó el balón en la escuadra para salvar los muebles en una jornada en la que

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Acudió entonces Zidane a Mariano en el tramo final en pos de la victoria, aun a costa de sacrificar a Marcos Llorente y retrasar a Caballos al puesto de pivote. Y terminó encontrando el gol de Benzema para celebrar su medio centenar de partidos en el Santiago Bernabéu. Muchos de ellos sufridos y alguno que otro, como el de este sábado, salvado 'in extremis'.