Secciones
Servicios
Destacamos
Aunque hace tiempo que el VAR se les fue de las manos a sus responsables y abundan los ejemplos de que la tecnología, lejos de repercutir en una mayor justicia para el deporte rey, está desvirtuando un juego que hoy no entenderían quienes lo inventaron ... y ni siquiera comprenden ya casi los que lo practican por el dislate de normas que cambian de forma muchas veces caprichosa y según sopla el viento, el Real Madrid yerra el tiro si quiere tapar su bajón escudándose en polémicas arbitrales. Porque el vigente campeón de Liga y de Europa ha emitido señales negativas en los últimos encuentros que le han devuelto a la Tierra, tras un inicio de curso fulgurante.
El cansancio por la aglomeración de partidos, las lesiones, la cercanía del Mundial de Qatar y esa fe infinita en su capacidad para resolver litigios a toque de corneta que tiene como derivada perniciosa la languidez con que se conduce en ciertos tramos frente a rivales alejados de la aristocracia balompédica que terminan complicándole la vida, son algunos de los elementos que están pasando factura al equipo de Carlo Ancelotti, quien ya avisó de que llegarían momentos complicados cuando los blancos surfeaban en la cresta de la ola.
«No estamos al nivel que estuvimos la semana pasada. Hemos tenido algunos problemas, con la vuelta de los jugadores lesionados, lo de Rodrygo, Modric, Tchouaméni... Estamos jugando muchos partidos y notamos el cansancio. Son momentos de dificultad que todavía no nos han afectado mucho», analizaba el italiano después del empate frente al Girona.
Alejándose de su circunspección habitual a la hora de diseccionar la actuación de los trencillas, Ancelotti reprochó esta vez la actuación de Melero López y del VAR en un pleito que dejó con mal cuerpo al técnico, al sentirse perjudicado a raíz de uno de esos 'penaltitos' que él mismo bautizó como tales y que el Comité Técnico de Árbitros aseguraba que dejarían de señalarse esta temporada, aunque se mostró más comprensivo con el gol anulado a Rodrygo por falta a Gazzaniga que hubiera dado el triunfo al Real Madrid sobre la bocina, en una acción que presenta zonas grises.
Noticia Relacionada
«La primera situación es bastante clara, no es penalti porque no toca el balón con la mano. He hablado con Asensio y me dice que le ha dado en el pecho. Es verdad que la mano izquierda está en una posición un poco rara. Si toca el balón con la mano podría haber una duda, pero simplemente no da el balón con la mano. Se lo han inventando. La segunda situación es un poco más opinable, la regla es clara. No había un claro control, pero ahí se puede opinar. Esto no lo voy a discutir. Lo que me sorprende es el penalti, que ha llegado en un momento importante del partido, estaba encarrilado, aunque nos costó mucho», se lamentó Ancelotti, quien se expone a una sanción de entre dos y cuatro partidos tras el traslado hasta el Comité de Competición de la queja del órgano que agrupa a los árbitros por su diatriba.
Mientras, el Real Madrid, a través de sus medios y también por boca de Emilio Butragueño, cargaba las tintas contra la actuación de Melero López y el auxilio que le prestó Iglesias Villanueva desde el VAR. «Ha sido muy raro lo que hoy hemos presenciado aquí», resumió el director de Relaciones Institucionales del club de Chamartín.
Pero el enfado por ese discutible penalti, palpable en todos los estamentos de la 'casa blanca', no debe desviar el foco de atención sobre el descenso de rendimiento de un equipo que, pese a ello, sigue liderando la Liga, aunque con el Barça pisándole los talones, y tiene en su mano acudir al sorteo de octavos de la Champions como cabeza de serie.
Porque el Real Madrid no muestra la jerarquía defensiva de la pasada temporada –ha encajado al menos un gol en trece de los dieciocho partidos disputados hasta la fecha-, ha perdido chispa por la concatenación de envites cada tres días y se está viendo golpeado por las lesiones de futbolistas determinantes como Benzema.
Además, y pese a que Ancelotti insiste en que la proximidad del Mundial no pesa en el ánimo del vestuario, a nadie se le escapa que los futbolistas que acudirán a Qatar van regulándose por temor a que un contratiempo físico de última hora les aparte de la Copa del Mundo, como denotaron las ausencias de Benzema y Tchouaméni ante el Girona por pequeñas molestias que en otras circunstancias seguramente no les habrían alejado del césped. Algo que, por supuesto, no es exclusivo del Real Madrid, pero que también afecta a una escuadra que tendrá una oportunidad de levantar de nuevo el vuelo miércoles contra el Celtic. Aunque por el momento no suenan las alarmas, sí hay motivos para la reflexión interna antes de que la bola se haga más grande.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.