Pablo Marín | Futbolista riojano

«Quiero ser futbolista de Primera y jugando en la Real Sociedad»

Esta campaña ya ha participado en cinco partidos del primer equipo, cuatro de ellos en Liga y uno en la Europa League. Mañana tendrá la oportunidad de seguir sumando minutos contra el Anderlech, en el Reale Arena.

– ¿Cómo se encuentra?

– Tranquilo. El año pasado no tuve la suerte de poder jugar con el primer equipo, pero este año estoy teniendo minutos y tengo que aprovechar.

– Tuvo que ser muy duro después de haber jugado en los grandes escenarios del fútbol nacional y contra grandes clubes europeos no jugar nada.

– Bueno, lo traté de llevar de la mejor manera posible. Yo miraba la positivo y trataba de darle la vuelta a la situación. Estaba entrenando con los mejores. Era una plantilla de Champions League y lo que tenía que hacer era aprender todo lo posible de ellos. Luego cuando no jugaba en el primer equipo, si lo hacía en el Sanse, trataba de aportar al máximo.

– Quizá ahora usted esté disfrutando de minutos porque aprovechó la temporada pasada como un periodo de aprendizaje, o de 'perfeccionamiento'.

– Pues no lo sé. Yo ya digo que traté, como hago ahora, de aprovechar cada sesión de entrenamiento y llevar una vida de profesional. Descansando cuando toca, con un nutricionista supervisando la comida...

– Pero en esos momentos en los que no tenía oportunidades en el primer equipo de la Real Sociedad, ¿no se planteó buscarlas fuera?

– Si algo tengo claro es que yo quiero ser futbolista de Primera División, pero además sé que quiero serlo en la Real Sociedad. Me gustaría estar aquí todos los años posibles y trabajo para ello.

– Este año tienen por delante tres competiciones.

– Ilusiona estar aquí. Hay un buen grupo, con mucha gente joven pero de mucho nivel y participamos en tres competiciones muy bonitas.

– Pero este año no han empezado nada bien la Liga.

– Bueno, hay que estar tranquilos y seguir trabajando. Ésta no es una situación nueva. Todos los años los equipos, y siempre nos ha pasado a nosotros, atraviesan un bache en la temporada. A nosotros nos ha llegado a principio de la campaña, pero el equipo está tranquilo y se está trabajando muy bien tanto en lo individual como en lo colectivo.

– ¿Es más difícil entrar en el equipo en estas circunstancias?

– No, no creo que antes fuera más fácil. Hace dos años había un equipazo. No creo que haya grandes diferencias entre aquel equipo y éste. Ahora también hay jugadores de muchísimo nivel.

– Entonces, ¿podemos esperar que usted vuelva a disponer de muchos minutos?

– La temporada es larga. Hay que ser ambicioso y trabajar duro para que el míster te vea dándolo todo. Él valora eso, y nos quiere hacer mejorar. Tiene un trato muy cercano con nosotros.

– Habla usted del entrenador. ¿Es Imanol el mejor entrenador que puede tener la Real Sociedad?

– Por supuesto, yo creo que Imanol es un aficionado de la Real, y a mí me parece muy importante que quien lidera a un equipo sienta los colores.

– Le voy a hacer otra pregunta sobre el míster. ¿Es Imanol el mejor entrenador que puede tener Pablo Marín en la Real?

– Es el único que he tenido en el primer equipo y desde luego me gusta su forma de ser y trabajar. Exige mucho a los jugadores, pero eso nos hace ser mejores.

– Volviendo al equipo y a los resultados de este año, desde luego el apoyo del público, al menos hasta el momento, no les falta. Se llenó el campo contra el Real Madrid, algo que no es sorprendente, pero también lo hizo prácticamente contra el Rayo o el Valencia.

– Sí, desde luego no nos podemos quejar porque la gente está a muerte con nosotros. Un día sacaron una pancarta diciendo que estaban ahí no por los resultados, sino por el esfuerzo... y eso se lo damos.

– Decía usted que quiere ser futbolista de Primera División en la Real Sociedad. ¿No es un poco triste que no se pueda ser futbolista profesional en La Rioja?

– Sería bonito ver a un Logroñés en la élite, indudablemente, pero mientras eso ocurre cuando haya jugadores de La Rioja que destaquen, se van a ir a equipos de fuera de la región. No obstante, también creo que es difícil para los deportistas, casi siempre, poder jugar en el equipo de tu ciudad.

– Pero tuvo que ser duro para usted abandonar Logroño todavía joven (en categoría Juvenil) y trasladarse a vivir lejos de su familia y sus amigos.

– La verdad es que esos primeros años todavía era pequeño, pero estuve a gusto desde el principio. La Real arropa mucho a sus jugadores más jóvenes. Está muy pendiente de ti tanto en lo personal como en lo deportivo o en los estudios. No te sientes solo, aunque claro que tienes ganas de volver a casa y reencontrarte con los tuyos.

– Pero ahora las cosas ya han cambiado, ¿no?

– Sí, claro. Con el tiempo maduras, conoces la ciudad, tienes aquí un entorno de amigos... y desaparece esa necesidad de volver a casa.

– Supongo que incluso cambia la forma de vida.

– Claro. Al principio, cuando llegas aquí tienes el día muy pautado. Te levantas, vas al instituto, vas a comer a la residencia, estudias (para lo cual la Real Sociedad te pone profesores de apoyo por si los necesitas) y entrenas. Vuelves a la residencia, cenas y descansas. Ahora, en el primer equipo, como ya eres mayor ya vives en tu piso, tienes más libertad, dentro de que eres un profesional y debes comportarte como tal.

– La Real siempre ha tenido fama de que en Zubieta se cuida la formación académica de los futbolistas. ¿Es así?

– Desde luego. Era así cuando yo estaba allí y ahora lo es aún más. He tenido la oportunidad de hacer las prácticas de la carrera allí y ves cómo trabajan los profesores de apoyo. Se ayuda mucho a los niños y niñas para que jueguen al fútbol, pero sin descuidar sus estudios.

– Usted compatibiliza el fútbol de élite con los estudios. Ya tiene muy avanzada su carrera universitaria de pedagogía. ¿Es difícil compaginar fútbol y estudios a ese nivel?

– Se pueden hacer las dos cosas. El fútbol no es eterno y tanto mis padres como el propio club me han animado a que siga estudiando. A veces es complicado porque al entrenar por las mañanas no siempre puedes ir a clase, pero bueno... creo que me queda algo menos de dos años para acabar.