No mereció llevarse los tres puntos el Atlético en Pamplona, feudo que se le da de maravilla al equipo del Cholo Simeone y donde todavía no ha ganado este curso Osasuna. Mermados por las bajas, aunque nunca puede ser excusa en un equipo de los ... grandes, y fatigados por el enorme esfuerzo realizado para vencer al Real Madrid, los colchoneros fueron sometidos en la segunda mitad por los navarros hasta que sentenció Riquelme poco después de entrar y amplió el triunfo que Griezmann en el primer acto. Tres puntos valiosos para los madrileños en su lucha por pelear la Liga y muy polémicos por la anulación de un gol a David García que hubiera supuesto el empate justo antes del 0-2. La tensión se elevó hasta el extremo de que Jagoba Arrasate, el Chimy Ávila y Morata fueron expulsados.
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Pocas sorpresas en la puesta en escena. Alguna más en Osasuna, donde Jagoba apostó por Areso en el lateral derecho e Ibañez en el centro del campo, y ninguna en el Atlético, salvo el cambio obligado respecto al derbi de Witsel por el lesionado Savic. Las ocho bajas condicionan a un equipo rojiblanco que encima tiene plantillas cortas porque así le gusta al Cholo.
Osasuna
Aitor Fernández, Areso, David García, Catena, Juan Cruz, Ibañez (Moncayola, min. 66), Torró (Iker Muñoz, min. 66), Mojica (Kike Barja, min. 78), Aimar (Rubén García, min. 90), Chimy Ávila y Budimir (Raúl García, min. 78).
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Atlético
Oblak, Nahuel Molina (Azpilicueta, min. 61), Giménez, Witsel, Hermoso, Samu Lino, Koke, Marcos Llorente (Riquelme, min. 67), Saúl, Griezmann y Morata.
Goles: 0-1: min. 19, Griezmann. 0-2: min. 81, Riquelme.
Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano): Expulsó a Jagoba Arrasate (min. 88) y por doble amarilla al Chimy Ávila y Morata (min. 85). Amarilla a Catena, Aimar y David García.
Incidencias: Partido de la octava jornada de Liga, disputado en El Sadar. Homenaje a la golfista Carlota Ziganda en los prolegómenos.
Aunque repitió de verde pistacho, nada que ver en el inicio la actitud de este Atlético con el que salió retratado de Mestalla por un Valencia repleto de chavales. Mejor actitud, más concentración, más personalidad, más versatilidad y más ambición. Osasuna, alto timorato, trató de esperarle con cinco atrás y una zaga bastante hundida para evitar esos balones a la espalda con los que el Atlético le ganó al Madrid.
Más control de los madrileños, pero el gol le llegó quizá antes que el juego, justo después de que Lucas Torró, el mejor de los rojillos, lanzase desde la frontal muy cerca del palo. Griezmann, sin apenas ángulo, marcó su tercer diana en los cuatro últimos partidos. Fue un doble error de Aitor Fernández, que primero despejó con el pie demasiado corto y luego no supo atajar y dejó suelto el balón tras el centro de Lino al que no llegó Morata.
Tras ese tanto intentaron los madrileños gobernar la situación dando un pasito más atrás y con mucho toque para protegerse con la posesión de balón, virtud que ha incorporado Simeone a su catecismo. De todos modos, crecieron los navarros en el tramo final del primer acto y rondaron el empate, sobre todo tras una internada a trompicones de Mojica que, ya muy escorado, culminó con un disparo a la parte exterior del poste. Budimir, esta vez sin su 'amigo' Savic como pareja de saltos, fue un incordio para la zaga visitante. Se llevó por delante a Oblak en una acción involuntaria que dejó tocado al portero esloveno.
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Osasuna incrementó el ritmo y fue mucho más decidido en la presión tras la reanudación. Evitó que su rival pudiera salir de la cueva con relativa tranquilidad y le encerró. Perdonó el Chimy el empate tras una gran acción entre Areso y Aimar. Amenazaron más los plamponeses a base de disparos y el Cholo mostró su enfado. Vio a su equipo muy desgastado, sin encontrar el pase de seguridad, y movió el banquillo pronto. Como en el derbi, retiró a Nahuel y puso en liza a Azpilicueta, un navarro de pro que se llevó una ovación enorme y devolvió el aplauso a la grada.
Osasuna llamaba a la puerta pero no encontraba el ansiado gol. Budimir no pudo aprovechar una salida en falso fuera del área de Oblak, que minutos después se hizo grande y salvó un tanto de Torró que ya se cantaba en la grada. Era una asedio local ante un rival que ni siquiera encontraba ya a Morata en balones largos. Arrasate movió fichas para buscar más frescura en el centro del campo y el Cholo retiró al intrascendente Llorente para buscar algo más de control con Riquelme.
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Llegó la polémica, toda vez que David García fusiló de cabeza a Oblak en una acción a balón parado, pero Martínez Munuera no dio el validez al tanto por una falta a Witsel que no lo pareció, pero que no corrigieron desde el VAR. Y como suele ocurrir, casi a continuación sentenció en un contragolpe el Atlético. Gran acción de Samu Lino, una más, y definición enorme de Riquelme. Llegaría luego la bronca entre Morata y Chimy que tuvo continuidad y acabó con los dos muy calientes camino de los vestuarios. Osasuna sigue sin ver la luz en su feudo y el Atlético tendrá que afrontar la próxima cita sin delanteros por esa roja al ariete internacional y las lesiones de Correa y Memphis.
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