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melisa cabaleiro
Melisa
Sábado, 20 de octubre 2018, 18:06
Una parte del barcelonismo dijo no al cambio de escudo propuesto por Josep María Bartomeu. Todo ello, en el marco general de una Asamblea General Ordinaria plácida, hasta que los 4.530 socios -la mayoría de ellos compromisarios- tumbaron la propuesta abucheando la medida y ... abandonando la sesión. Normalmente, las cuestiones llevadas a votación solían salir adelante tras las oportunas explicaciones de directivos y/o ejecutivos. Sin embargo, no fue así en esta ocasión. El ambiente ya venía enrareciéndose con las encuestas publicadas sobre dicho asunto, en las que se daba a entender que los socios preferían mantener el escudo clásico, presente en la vestimenta blaugrana desde el año 2002.
«No es una revolución, es una evolución sensata», fueron las palabras de la entidad para calificar el cambio de escudo. Un diseño realizado por la agencia Summa, en el que se busca ofrecer una imagen más moderna del club, quitando las siglas 'FCB' y ampliando así la zona de colores del Barça, dando más protagonismo al color amarillo. De la misma forma, ganaba centralidad la pelota y se mantenían la senyera y la cruz de Sant Jordi.
Al ser conscientes de la clara oposición de los socios allí presentes, el presidente azulgrana decidió posponer el polémico asunto. «Retiramos este punto del orden del día y haremos la reflexión oportuna en la Junta para ver cómo podemos conjugar historia, el sentimiento y las nuevas tecnologías», expresó Bartomeu. Las quejas de los socios iban dirigidas hacia dos aspectos: la aparente similitud entre el escudo y un logo de una marca comercial, y la necesidad de un referéndum en el que participe la totalidad de la masa social de la entidad y no la celebración de una Asamblea Ordinaria con una pequeña parte de los socios. «Somos conscientes de que ha habido una oposición mayoritaria», admitió el secretario de la junta, Jordi Calsamiglia.
Una evolución que la junta directiva califica como «necesaria» para hacer frente al cada vez más creciente entorno digital. «El escudo debe evolucionar para hacer frente a las nuevas tecnologías (pequeños formatos), necesidades digitales y de consumo de contenidos». En cambio, la crítica de los socios está más relacionada con la supresión de las siglas, algo que en la industria del fútbol también utiliza el Bayern de Múnich.
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