El Atlético de Madrid se enfrenta este miércoles al Levante en partido correspondiente a la 21ª jornada de Liga, que debía haberse jugado en enero y fue aplazado por la disputa de la Supercopa. Cuatro días después de su heroica remontada ante el Getafe (4- ... 3), el vigente campeón se reencuentra con su afición para recibir al colista, con menos descanso tras su derrota en el Ciutat de València contra el Betis (2-4) y camino de Segunda con solo 11 puntos frente a los 39 del Atlético. El Levante ha sumado únicamente dos puntos de 33 posibles a domicilio y, pese a las muchas dudas y la irregularidad del Atlético, parte como víctima para ser derrotado también en el Wanda Metropolitano.
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El equipo rojiblanco volverá a la zona Champions con una victoria, e incluso con un empate, pero al Atlético no le valen más que los tres puntos, para acercarse a uno de la tercera plaza que ocupa el Betis y recuperar las buenas sensaciones entre tantísimo sobresalto. «El desafío es volver a recuperar la solidez que nos hizo fuertes», reconoció este martes Diego Pablo Simeone, quien frente a la incertidumbre que rodea su futuro asegura estar «muy bien» y «tranquilo». «Cuando todos se ponen nerviosos, yo estoy tranquilo», afirma el técnico argentino, que anunció que Antoine Griezmann regresará el jueves a los entrenamientos, mientras que para enfrentarse al Levante tampoco podrá contar con el sancionado Felipe ni con Carrasco ni Hermoso, que este martes también dio positivo (en antígenos), mientras esperaba que Giménez fuese por fin negativo en una PCR.
En el Levante, Soldado también se perderá el encuentro tras su expulsión frente al Betis, aunque Simeone destaca que el conjunto granota «ataca bien, tiene buenos futbolistas ofensivos y siempre genera situaciones de gol». «De mitad hacia adelante la verdad es que juegan bien», advierte el entrenador del Atlético, cuyo equipo se ha impuesto al Levante en nueve de los últimos diez encuentros de Liga disputados en el estadio rojiblanco y, aun con agonía, ha ganado en su campo todos los que ha jugado en lo que se lleva de año.
El Atlético tiene sin embargo su inestable defensa bajo mínimos y, a la espera de saber si podrá jugar o no de Giménez, Savic podría ser el único central disponible, después de que Hermoso, el héroe del duelo ante el Getafe, se haya contagiado también de coronavirus. Sin embargo, el Levante que dirige Alessio Lisci y que este martes presentó a Felipe Miñambres como nuevo director deportivo pensando ya en Segunda, también llega muy mermado, porque a la ausencia de Soldado se suman las de Franquesa, Mustafi, Rubén Vezo y Clerc por lesión, además de las dudas de Campaña y Postigo.
Tanto malacostumbrarse el Atlético de Madrid a las remontadas épicas que algún día tenía que llegar un batacazo de considerables proporciones. Y el verdugo, para generar aún más daño y hacer temblar los cimientos de un equipo a la deriva, no fue otro que el colista de Liga. Hasta que camino de Segunda se presentó este miércoles el Levante en el Metropolitano solo había sumado 11 puntos de 69 posibles, dos de 33 a domicilio, y fue capaz de sacar, y con todo merecimiento, los colores al vigente campeón, ridiculizado en un partido horrible de los rojiblancos. Con la vergonzosa derrota sufrida frente al último clasificado el Atlético no solo sigue fuera de los puestos de Champions, sino que agrava todavía más la situación de un conjunto completamente confundido y a la deriva, cuyo pésimo momento ya alcanza de pleno a Diego Pablo Simeone.
El Levante ganó por fin su primer partido de la temporada a domicilio, el segundo en total, y se convirtió tras el Mallorca en el segundo equipo en asaltar esta temporada el Metropolitano con una demostración de valentía ante un Atlético desastroso. El equipo de Simeone, que no deja de dar tumbos, esperó al conjunto granota durante toda la primera parte, ni siquiera reaccionó con coraje cuando se vio por debajo en el marcador y disparó por primera vez a puerta en el minuto 94, con un remate de Correa. Una ruina absoluta. En el 96', a uno de acabarse el tiempo añadido, Correa marcó un auténtico golazo de tijera, pero fue anulado por el árbitro por una presunta falta de Giménez a Cáceres que pareció inexistente. En la última jugada, con el Atlético desesperado y a toque de corneta, hasta Oblak llegó a rematar de cabeza para intentar lo imposible.
La imagen que dieron Simeone y su equipo, acomplejado, aturdido y nervioso, fue lamentable, y esta vez, aunque el golazo de Correa debió subir al marcador, no puede mostrar el Atlético excusas convincentes. Un punto injusto a última hora también habría sido pobrísimo y no habría maquillado la nefasta actuación de los colchoneros. Ni las lesiones, ni las bajas por coronavirus, del que se recuperó en el último momento Giménez, porque el Levante ganó con justicia y pudo lograr un resultado más amplio si no hubiese sido por Oblak. El portero esloveno, la única buena noticia en un partido del Atlético para olvidar que hará mucho daño al equipo y, sobre todo, a su entrenador, salvó otros dos goles del Levante, que obtuvo premio a su atrevimiento y energía con un tanto de Melero al contraataque.
Atlético
Oblak, Llorente, Savic, Giménez, Reinildo (Lodi, min. 78), De Paul (Joao Félix, min. 64), Kondogbia, Koke (Vrsaljko, min. 64), Lemar (Herrera, min. 78), Correa y Cunha (Luis Suárez, min. 64).
0
-
1
Levante
Cárdenas, Miramón, Róber Pier, Duarte, Cáceres, Son, De Frutos (Dani Gómez, min. 68), Melero (Coke, min. 89), Pepelu (Vukcevic, min. 89, Bardhi (Malsa, min. 62) y Roger (Morales, min. 68).
Gol: 0-1: min. 54, Melero.
Árbitro: Munuera Montero (Andaluz). Tarjetas amarillas a De Paul, Pepelu, Dani Gómez, Savic, Miramón, Correa, Cáceres y Son.
Incidencias: Partido aplazado correspondiente a la 21ª jornada de Liga, disputado en el Wanda Metropolitano.
De la tan reclamada intensidad del Atlético que esta temporada ha aparecido con cuentagotas tampoco hubo rastro hasta el descuento. El Levante dio un repaso a los rojiblancos en una primera parte en la que los granotas ganaron todos los duelos individuales y se hicieron con la posesión del balón contra un rival a verlas venir que desesperó a su afición. Incluso pudo quedarse el Atlético con diez si el colegiado no hubiese perdonado una segunda amarilla a De Paul en el minuto 42 por una patada a Pepelu. El Atlético esperó al colista cerrado atrás y a la expectativa y, ya en desventaja, Simeone lo intentó sacando juntos al campo a Joao Félix y Luis Suárez. Sin embargo, no hubo manera, porque este Atlético no tiene fútbol y el espíritu solo lo saca a relucir cuando está perdido. Así tira los minutos y los partidos y se le va escapando la pelea por la Champions.
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