El nervioso Atlético se atasca ante el Granada en el debut de Karanka

Simeone, que a las conocidas ausencias de Giménez y Herrera suma las bajas de Joao Félix y Lemar, aquejados de sendas lesiones musculares, y de Felipe y Kondogbia, por sanción, hizo esta vez una excepción a esa norma no escrita de hablar solo del partido que toca. Le preguntaron por el 'caso Supercopa' y esos 24 millones de comision que recibió la empresa de Gerard Piqué por mediar entre la Federación Española y Arabia Saudí, y el argentino no se mordió la lengua. Instó al organismo que preside Luis Rubiales a que explice «mejor» los contratos para la Supercopa ante la evidencia de que le «favorecía más económicamente» si el Real Madrid y el conjunto azulgrana disputaban esa competición.

«De la misma manera que nosotros nos sentimos muy orgullosos de haber competido de la forma que lo hemos hecho estos diez años, nos vemos reflejados en todos los equipos que luchan por estar ahí cerca, como el Betis, el Villarreal, el Valencia, el Athletic, el Sevilla, la Real Sociedad... Todos creo que se quedarán con la sensación de que nosotros estamos en una misma bolsa», apuntó el Cholo al cuestionarle por el contraste entre su caché y pulso deportivo que el Atlético ha mantenido con el Real Madrid y el Barcelona durante los últimos años. El preparador colchonero vino a decir que la labor del Piqué futbolista y empresario no deberían ir en comunión esta vez porque se da «la circunstancia que juega en el Barcelona».

En el bando granadino, Karanka destacó el deseo que tenía de entrenar en la Liga tras su última experiencia en el Birmingham inglés y se mostró seguro de «encontrar la fórmula» para que el Granada logre la permanencia. Expuso que «si un equipo con la calidad de sus jugadores está en esta situación es porque pasa algo», si bien aclaró que apenas lleva unas horas en el club y todavía no conoce lo que le ocurre. «Mi estilo es jugar lo mejor posible porque cuanto mejor juegues, más opciones tienes de ganar», declaró Karanka, quien pretende que su Granada «tenga identidad, compita, esté organizado y salgan mejor o peor las cosas todo el mundo piense que lo ha dado todo». Felicitado por el propio José Mourinho, quien fuera su jefe en su etapa al frente del Real Madrid, el vitoriano asume que se estrena en un territorio hostil para todo exprofesional en la casa blanca.

En otro partido clave para consolidarse en puestos de Champions frente a un Granada en descenso, el Atlético de Madrid se atascó en el Metropolitano en el estreno de Aitor Karanka en el banquillo nazarí. El vigente campeón volvió a tropezar en casa contra un equipo del fondo de la tabla, como le ocurrió ante el Mallorca y el Levante, y a domicilio frente al Alavés. Sin embargo, esta vez, afortunadamente para sus intereses, el duelo no se saldó con derrota, sino con un empate también muy triste, porque al Atlético le faltó acierto en ataque y el luchador Granada aguantó con orden defensivo y salió indemne del feudo colchonero.

El Atlético, aunque dominó y tuvo fases de buen juego, se mostró excesivamente nervioso al no lograr el gol que buscó con ahínco en los primeros minutos de ambos tiempos, solo lanzó una vez a puerta en todo el encuentro, y el Granada consiguió frustrar al equipo de Simeone, a quien en esta ocasión no le dieron resultado los cambios. Al contrario. El Atlético empeoró con las sustituciones del entrenador argentino, la última de ellas, de Llorente por Giuliano, el hijo de Simeone que con 19 años debutó con el primer equipo rojiblanco.

Ninguno de los jugadores de ataque del Atlético estuvo acertado de cara a portería en un conjunto que fue de más a menos, atenazado por un Granada muy ordenado que fue desesperando a los rojiblancos, faltos de fútbol y ritmo en el tramo decisivo, cuando desaparecieron las llegadas locales y el defensor del título se agarró solamente a alguna acción a balón parado. La tuvo Cunha en el minuto 89 tras una contra, pero el brasileño mandó al palo, acabando con las esperanzas de los colchoneros en otra tarde de un Atlético negado con el gol, aunque lo mereciese.

El Granada salió vivo del Wanda porque el Atlético, a pesar de su prometedor inicio, con fútbol elaborado y ambicioso, no tuvo 'punch' y reaccionó de nuevo tarde. Maximiliano solamente tuvo que intervenir una vez, a los 20 minutos, ante un disparo lejano de De Paul. A partir de ahí se fue diluyendo el equipo rojiblanco frente a un disciplinado Granada, que se salvó al final porque el poste impidió el tanto de Cunha. También reclamó el Atlético un posible penalti a Griezmann a la media hora, cuando Víctor Díaz puso un plantillazo al francés, pero cuando el encuentro se fue trabando el Granada sí se encontró muy cómodo hasta el descanso.

Aunque también pisó el acelerador el Atlético al comienzo de la segunda parte, fue incapaz de encontrar soluciones ofensivas y, hasta los últimos minutos, generar claras ocasiones, con escaso ritmo y arriesgándose incluso a que el Granada golpease en alguna acción aislada. Perdió chispa el conjunto colchonero y con el Granada conteniendo, las mejores ocasiones de gol llegaron en un minuto, a balón parado de cabeza de Savic, que se marchó fuera, e inmediatamente después, en una contra, la mencionada de Cunha, que mereció mejor suerte casi a bocajarro tras revolverse fenomenal dentro del área. Simeone recurrió ya a la desesperada a su hijo, pero ya iba a ser posible un milagro.