Ferran Torres y Ansu Fati, reñidos con el gol

«Si haces el 2-0 se sentencia todo, pero nos hemos complicado nosotros mismos. Es una pena porque son partidos en los que hablaríamos de una victoria cómoda, pero la falta de efectividad nos hace sufrir hasta el final», afirmó Xavi el domingo después de un nuevo triunfo por la mínima, en esta ocasión frente al Valencia. Las palabras del técnico de Tarrasa se han vuelto recurrentes y una vez más todos los dardos apuntaron a Ferran Torres y Ansu Fati, dos jugadores en los que hay puestas muchas expectativas y que frente a los che lamentablemente vivieron vidas paralelas.

En el caso del primero, tuvo que adaptarse a un rol diferente a aquel en el que suele sacar a relucir su mejor versión. Si ante el Cádiz, el día que más brilló, jugó en el extremo diestro, esta vez le tocó hacerlo de falso 9. Allí se pudo ver un jugador al que le costó ser la referencia para fijar a los centrales y a un futbolista que sigue sin tener plena confianza. Para conseguirla, trató de tomar atajos con un penalti que comenzó con una discusión con Ansu Fati para ver quién lo lanzaba y que terminó estrellando en la madera, para desesperación del Camp Nou. Fue el culmen de una trayectoria errática esta temporada de cara a portería. Ferran ha disputado 32 partidos entre todas las competiciones y apenas ha conseguido marcar cinco dianas, unas cifras muy lejanas de las que promediaba cuando el Barça decidió desembolsar la friolera de 55 millones de euros. «Se puede fallar, no le vamos a crucificar por eso. Corre, trabaja y tiene actitud», dijo de él Xavi tras el choque.

Ansu Fati, por su parte, jugó un partido marcado por el quiero y no puedo. Xavi volvió a tener fe en él y le colocó primero en el extremo zurdo, su perfil ideal, y después de falso 9. En ambas demarcaciones se vio a un jugador que aún dista mucho de aquel futbolista que irrumpió de forma fugaz y que apuntaba a gran estrella. La luz de Ansu cada vez brilla menos y a eso se está empezando a acostumbrar un Camp Nou que ya no cree tanto en sus internadas. Ante el Valencia dispuso de una buena ocasión pero la estrelló en la madera. «Ha hecho un buen trabajo e irá creciendo», dijo de él Xavi en rueda de prensa. Mientras tanto, continúa siendo un enigma de cara al futuro. Este curso ha logrado cinco goles entre Liga, Copa del Rey y Supercopa, unos números que, como en el caso de Ferran Torres, siguen sin responder a las expectativas.

En el lado opuesto está Raphinha. Mientras que a Ferran y Ansu la portería se les hace pequeña, a él se le hace grande. Ante el Valencia marcó la única que tuvo y se ha convertido en el jugador que más y mejor está aprovechando el vacío anotador generado por las bajas de Pedri, Dembélé y Lewandowski. Ya suma ocho goles y nueve asistencias este curso y va camino de igualar las once dianas que logró la pasada temporada en el Leeds United.