El Eibar golpea con fuerza a un triste Atlético

Simeone asume su responsabilidad «ante cualquier futbolista que no pueda responder», como es el caso de Joao Félix, aunque asegura que cree «absolutamente» en el jugador luso. «Estamos en camino con él para que crezca», aseguró el entrenador colchonero la víspera de que el Atlético se enfrente a un Eibar que con Simeone al frente siempre ha ganado en terreno guipuzcoano, ya en cinco ocasiones. «El Atlético sabe jugar como un equipo pequeño y no necesita diez ocasiones para marcar un gol», destacó este viernes el técnico del Eibar, José Luis Mendilibar, mientras Simeone necesita también reactivarse después de que su equipo, otra vez echado atrás, viese rota ante el Madrid en la Supercopa su mejor racha ganadora de la temporada.

Sin olvidar el reciente varapalo sufrido frente al Real Madrid, «un poderoso en todo lo que rodea al fútbol», según lo calificó Simeone, al Atlético ya no le valdrá sólo con «competir» contra el Eibar, porque el triunfo, ante un adversario que ha perdido cinco de los nueve encuentros de Liga que ha disputado en su estadio, es muy inferior a los rojiblancos. Pese a su falta de gol y a que Joao Félix, desorientado y sustituido en la final de la Supercopa, no se encuentre en su mejor momento anímico, como tampoco Álvaro Morata.

A pesar de todo, Simeone considera que «la Supercopa ha sido un paso más de experiencia para un chico de 20 años que tiene un talento enorme y unas condiciones fantásticas» y está convencido de que «todo el camino que comienza a hacer le servirá de cara al futuro». «Tiene gol», subraya el técnico del Atlético en alusión a Joao Félix, que precisa recuperar la puntería de inmediato para no acrecentar las dudas que ha generado.

Después de cinco victorias en otros tantos partidos en Ipurua, el Atlético de Diego Pablo Simeone cayó por primera vez en terreno del Eibar, para frenar el equipo armero la racha de los rojiblancos, que llevaban en la Liga tres triunfos consecutivos y dieron otro paso atrás en las aspiraciones que mantenían para luchar por el título. José Luis Mendilibar se había estrellado siempre ante el Atlético de Madrid, pero tras el regreso de los colchoneros de Arabia el técnico vizcaíno por fin disfrutó al propinar su equipo al conjunto de Simeone otra dolorosa derrota, la tercera en el campeonato, que permite al Eibar escapar del descenso y deja muy frustrados a los rojiblancos. El varapalo sufrido por el Atlético es de los importantes, definitivo para olvidarse de la Liga, tras perder la final de la Supercopa en los penaltis y quedarse cada vez con menos opciones en una competición en la que deberá pelear por una obligada clasificación para la Champions.

En un triste Atlético, sin fútbol en el medio campo y sin gol, y con bastante menos agresividad que el Eibar, tampoco se produjo en Ipurua la esperada reacción de Joao Félix, que volvió a ser retirado por Simeone. Tampoco se mostró el Atlético, bajo la lluvia en campo armero, como un bloque sólido e inexpugnable. La mayor intensidad del Eibar, y dos goles tras sendos saques de esquina, el primero de ellos gracias al VAR, y el segundo cuando ya estaba el duelo sentenciado, dieron el triunfo al conjunto guipuzcoano. Después de que el juez de línea anulase incomprensiblemente el gol de Esteban Burgos, tuvo que ser la tecnología la que hiciese subir al marcador el tanto del defensa argentino, que no estaba en fuera de juego frente a Oblak. El Atlético salió dormido a Ipurua, la defensa visitante falló tanto en el balón peinado por Enrich como en la vigilancia a Burgos y el Eibar abrió así el camino hacia una trabajada victoria.

Después de haber sido embotellado por el Eibar en la primera media hora, en la que el conjunto guipuzcoano le superó con creces, el Atlético peleó por al menos el empate durante los últimos diez minutos del período inicial y tras el descanso. Sin embargo, su ambición y sus intentonas ofensivas chocaron siempre contra la defensa local o con Dmitrovic, como ocurrió con el zurdazo de Joao Félix desde fuera del área al cuarto de hora de partido, en casi la única acción destacable del joven delantero portugués.

También pasó desapercibido Morata, mientras que Correa no dejó de intentarlo, aunque sin suerte el argentino de cara a gol, lo que le sigue faltando a este Atlético que en Ipurua nunca dio la impresión de ser capaz de la remontada. En el regreso de Vitolo a la titularidad, el canario también estuvo participativo desde la banda izquierda, pero tampoco fue desequilibrante. El Atlético, sin fluidez en el juego y sin mordiente arriba, terminó en Ipurua con Joao Félix y Vitolo fuera y los canteranos Camello y Clemente frente a una zaga que tenía muchas bajas de titulares y se comportó de manera sobresaliente y permitió que se produjese la sorprendente victoria del Eibar.

El organizado y entregado Eibar se defendió muy bien durante todo el segundo tiempo y apenas permitió claras ocasiones de peligro de los colchoneros. Incluso, aunque no fuese justo, el triunfo del Eibar volvió a ampliarse a balón parado, con el golazo de Expósito desde fuera del área tras otro saque de esquina. Otro defecto a analizar y solucionar por un Atlético que antes era una roca atrás y en Ipurua hizo aguas.