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Los siete meses transcurridos desde que la Liga alzase el telón el pasado 16 de agosto en San Mamés con un Athletic-Barcelona hasta que un desangelado estadio de Ipurua acogiera el 10 de marzo el Eibar-Real Sociedad, último partido de Primera disputado ... antes de la paralización de la competición, fueron testigos de la eclosión de un puñado de jóvenes futbolistas que derrocharon talento, empuje y pundonor. Martin Odegaard, Ansu Fati, Fede Valverde, Ferran Torres, Rodrygo Goes, Marc Cucurella, Takefusha Kubo o Mohammed Salisu firmaron actuaciones deslumbrantes que les permitieron erigirse en protagonistas de un campeonato cuya reanudación depende de lo que dicte la pandemia del coronavirus.
Odegaard firmó el impacto más inmediato. Cuatro años y medio después de elegir al Real Madrid de entre su corte de pretendientes, asumió el bastón de mando de la Real Sociedad para catapultar al conjunto donostiarra a puestos europeos. Un espectacular arranque de campaña le valió ser designado como mejor jugador de Primera en septiembre.
Su verticalidad, capacidad de desborde y aplomo le permitieron demostrar lo acertado de la apuesta que hicieran en Chamartín por un muchacho al que reclutaron con 15 años, procedente de un fútbol que hasta entonces apenas había arrojado talentos capaces de brillar en primera línea. Llegó al parón con siete goles y ocho asistencias en 28 partidos, entre ellos el que abrió la victoria 'txuri urdin' en el Santiago Bernabéu en cuartos de final de la Copa del Rey. Suficiente para que en la 'casa blanca' piensen entregar la batuta al 'mago de Drammen', ya sea este verano o en el siguiente.
Asentado en la sala de máquinas del Real Madrid está Fede Valverde. Privado de Pogba, Zidane rebuscó en su fondo de armario para encontrar un 'box to box' de garantías y lo encontró en la figura del 'Pajarito'. El charrúa es el octavo jugador del plantel en carga de minutos. Su despliegue físico y sentido táctico le dieron las llaves de la titularidad en las citas clave: Galatasaray, PSG, Manchester City, los dos derbis ligueros o los dos clásicos, así como en la Supercopa de España, donde una entrada suya cuando Morata encaraba a Courtois propició los penaltis que valieron el título para los blancos. Es uno de los pilares del presente y el futuro en Chamartín.
Haciendo honor al apelativo de 'Rayo' que le colgaron en el Santos aterrizó Rodrygo en el Real Madrid. Marcó su primer gol en partido oficial con los blancos al minuto de saltar al Santiago Bernabéu para medirse a Osasuna en la primera vuelta y se convirtió en el segundo jugador más joven en firmar un 'hat-trick' en la Liga de Campeones, al anotar un triplete ante el Galatasaray con 18 años y 301 días. Iba embalado, hasta que Zidane le obligó a dar un paso atrás. Sólo 14 minutos sobre el verde desde el 26 de enero y un descenso al Castilla que no alteran la confianza del club en una de sus grandes promesas.
La apuesta de Florentino Pérez por el talento emergente también devolvió a España a Kubo, que tras tener que dejar La Masia a causa de la sanción de la FIFA al Barça por los fichajes de menores, motivó un movimiento por parte del Real Madrid que se ha revelado atinado, a tenor de su evolución en el Mallorca. El nipón fue una de las notas destacadas del conjunto bermellón y uno de sus mejores argumentos para tratar de salvar la categoría gracias a sus regates, visión de juego y llegada.
La irrupción más fulgurante fue, sin embargo, la de Ansu Fati. El joven prodigio debutó ante el Betis en la segunda jornada. Las lesiones de Dembélé y Luis Suárez llevaron a Ernesto Valverde a dar la alternativa a un futbolista que despuntaba en las categorías inferiores. Su descaro fue la mejor noticia del dubitativo inicio de temporada del Barça. Se estrenó como goleador en su segundo partido, ante Osasuna, y batió varios registros de precocidad, como el de goleador más joven de la Champions, al anotar un tanto ante el Inter en el Giuseppe Meazza con 17 años y 40 días. Debutó con la selección española sub-21 poco después de conseguir el pasaporte y aunque perdió algo de fuelle con el paso de los meses, alcanzó el parón con cinco goles en 24 encuentros.
Por La Masia pasó también Cucurella, que tras un curso cedido en el Eibar en el que dio muestras de su potencial, ha terminado de explotar en el Getafe. Figura destacada de un equipo que pisa puestos europeos, no retornará al Barça puesto que la entidad azulona ha ejecutado la cláusula de compra que tenía por seis millones de euros y sus 21 años le convierten en un valor en auge.
La misma edad que Cucurella tiene Salisu, central ghanés al que una campaña en el Valladolid le ha bastado para atraer la atención de grandes clubes de Europa como Atlético, Valencia o Manchester United. Cotizadísima es también la figura de Ferran Torres, internacional sub-21 que quema etapas a velocidad de vértigo en el Valencia y por el que se interesan equipos como el Real Madrid, el Bayern de Múnich, la Juventus o el Barcelona. Con contrato hasta 2021 y 88 partidos con el primer equipo del Valencia a sus espaldas, el que fuera considerado una de las grandes promesas de Europa ha empezado a ser una realidad a todos los efectos, como esa otra camada de talentos a los que la epidemia pilló en la cresta de la ola.
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