El Eibar remonta en cinco minutos y se lleva los tres puntos

El técnico isleño debuta ahora en la competición donde el reto es salvar al equipo amarillo del descenso, y en su primer partido tendrá que confirmar lo mostrado hace tres días para devolver la ilusión y la fe a los aficionados, y hacerles creer que la permanencia es posible.

Jémez no podrá contar este sábado con el lateral derecho brasileño Míchel Macedo, lesionado de larga duración, ni con el defensa central Alejandro Gálvez, cedido precisamente por el Eibar y que no podrá jugar por la famosa 'cláusula del miedo'. El central andaluz dejó una notable impresión el miércoles ante el Valencia en su estreno de amarillo.

En la lista de 19 convocados ofrecida el viernes, las principales novedades son el centrocampista argentino Gabriel Peñalba, quien podría estrenarse incluso como titular, y el extremo cántabro Jairo Sampeiro, los otros dos fichajes del equipo amarillo hasta el momento en el mercado invernal, aunque se esperan más llegadas.

Se prevén cambios con respecto al choque copero, porque Jémez no ha escondido que quiere ver en acción a todos sus jugadores. Así, es probable la titularidad de Raúl Lizoain en la portería y de otros futbolistas de peso como Dani Castellano o Vicente Gómez, ausentes en dicho encuentro ante el conjunto valencianista, mientras que otros tendrán que repetir y doblar esfuerzos.

El entrenador del Eibar, José Luis Mendilibar, no sabe lo que es perder como preparador armero ante equipos de Paco Jémez y este sábado tratará de mantener esta estadística en un partido al que los armeros llegan muy motivados tras su imparable racha de los últimos meses.

En cualquier caso, el fútbol es presente, y de poco sirve el pasado si no se plasma sobre el terreno de juego, de ahí que los eibarreses afronten el choque como otra piedra de toque más para confirmar que su mejoría se mantiene intacta.

Mendilibar ha tenido que realizar tres descartes por motivos técnicos para este partido, algo inusual hasta el momento, en una temporada marcada por las lesiones. Así, Juncá, Ramis y Bebé no viajarán a las islas y verán el encuentro desde casa. Sí que lo harán, sin embargo, los últimos fichajes del Eibar, ya que tanto Pape Diop como Fabián Orellana están llamados a formar la convocatoria armera, por lo que aventurar el once inicial se convierte en una tarea complicada esta semana.

En la zaga no hay dudas. Capa, Arbilla, Paulo y Cote guardarán la portería de Dmitrovic, con Dani García y Jordán en el centro del campo. Por delante de ellos, Inui y Alejo parecen tener el puesto asegurado, y habrá que ver si el técnico opta por hacer debutar a Orellana, o si sigue con la dupla Charles y Enrich en punta.

En cualquier caso, el de Zaldibar tiene muchas opciones, ya sea en el once titular o en forma de jugadores de refresco, lo que abre más si cabe un partido ya de por sí interesante entre dos equipos a los que les gusta presionar arriba y no dejar jugar al rival en campo contrario.

El Eibar remontó ante la UD Las Palmas en la segunda parte (1-2) y prolongó su gran racha de resultados, con seis victorias en los siete últimos partidos, dejando colista al equipo amarillo, que estrenaba técnico en LaLiga Santander con Paco Jémez.

El conjunto canario se había adelantado en el primer tiempo con un claro penalti convertido por Jonathan Viera, pero en el segundo periodo, el chileno Fabián Orellana, en su debut, y Sergi Enrich voltearon el marcador en solo cuatro minutos para el cuadro armero.

La lucha por imponer el estilo propio marcó la primera fase del encuentro, pero conforme avanzó el primer periodo pareció ser el Eibar el ganador de ese pulso inicial. Y es que los vascos lograron mantener lejos de la portería a su rival, y que no generara combinaciones de peligro a través del talento de Jonathan Viera, escoltado por Samper y el argentino Gaby Peñalba, debutante hoy.

Los de Mendilíbar trataron de percutir por ambas bandas, con Iván Alejo en la derecha, poniendo en muchos apuros a Dani Castellano por esa zona, e Inui en el flanco contrario; un cabezazo del japonés obligó a Chichizola a despejar a córner en el minuto 14.

Estaba el partido como anestesiado, en una noche fría, ventosa y con lluvia intermitente -climatología conocida para el Eibar-, cuando el central local Bigas tuvo que abandonar el campo con una lesión de rodilla, sustituido por el uruguayo Mauricio Lemos.

Solo tres minutos después de ese contratiempo amarillo, el extremo zurdo argentino Hernán Toledo, en su primera titularidad de esta temporada y jugando a banda cambiada, se plantaba solo ante el portero y fue zancadilleado claramente por Anaitz Arbilla. El indiscutible penalti lo convirtió Jonathan Viera, con tranquilidad y precisión, y la cabeza arriba antes de disparar desde los once metros, casi un pase a la red.

No hubo respuesta efectiva del Eibar antes del descanso, pese a llegar con cierta comodidad hasta las inmediaciones del área, pero le faltó ejecutar mejores centros o pases interiores para finalizar sus jugadas. El peso del partido en la segunda parte fue del equipo que iba por debajo en el marcador, y la Unión Deportiva pareció asumir el papel de intentar defenderse y salir al contraataque.

El partido, como el del miércoles pasado en la Copa del Rey ante el Valencia, se le hizo muy largo al equipo amarillo, que también perdió a Sergi Samper por una escalofriante lesión. Debutó Orellana para intentar elevar el nivel ofensivo visitante, y dos minutos después de estrenar la camiseta azulgrana, una falta lejana colgada al área canaria acabó con un pase cruzado de Charles y remate a bocajarro del chileno a la red en el segundo palo.

Con el equipo local tocado, otro centro bombeado de Cote lo aprovechó Sergi Enrich para cabecear con escasa oposición en el área chica, y el balón, aunque no llegó a tocar la red, entró en la portería tras dar en el palo derecho de Chichizola.

Las Palmas se vio impotente en los minutos finales, a pesar de que el árbitro perdonó un derribo del local Ximo Navarro a Inui dentro del área y eso le dio vida en sus últimos coletazos, pero el Eibar no pasó excesivas dificultades para mantener la mínima diferencia.