El Espanyol frena también al Real Madrid

Una prueba en la que parece segura la presencia de Marco Asensio, que regresará tras perderse el choque del pasado sábado por la extracción de una muela del juicio para medirse al equipo en el que se curtió en Primera y en el que dejó detalles de esa formidable calidad que atesora y que le ha convertido en la gran esperanza de futuro en la ‘casa blanca’, además de un baluarte ya del presente.

Al once retornará también previsiblemente Isco, que alcanzaría de este modo los 227 partidos con la elástica merengue que disputó Zidane. El malagueño, autor de los dos tantos con los que el Real Madrid doblegó al Espanyol en la primera vuelta, ha quedado relegado a un papel secundario en el último mes. Sólo ha sido titular en tres de los nueve encuentros más recientes, con una contribución residual, a excepción del pulso con el PSG, donde Zidane le prefirió antes que a Bale, al despertar merengue.

Toda vez que Zidane seguirá contando con dos pivotes, la criba se centra en la delantera, donde entre Benzema, Bale y Lucas Vázquez se jugarían las dos plazas restantes. Cristiano fue el azote del Espanyol en sus dos últimas apariciones en Cornellà-El Prat, con un ‘hat-trick’ en el 1-4 de la campaña 2014-2015 y un repóker en el set en blanco de la 2015-2016, pero Zidane ha decidido darle tiempo de asueto tras recordar la víspera que el ‘7’ «sabe que de vez en cuando tiene que descansar». Ya lo hizo en la última salida del Real Madrid, a Butarque, y el campo del Espanyol, donde la escuadra de Chamartín no sabe otra cosa que ganar, con 22 tantos a favor y apenas dos en contra, era de los más propicios para ello.

Tres dianas ha firmado allí Benzema, que tras anotar frente a Betis y Alavés, quiere seguir afinando la puntería con la moral reforzada también por las dos asistencias ante el Alavés y las muestras de cariño de sus compañeros. Lucas Vázquez, con pasado perico como Asensio, llega embalado, con cinco asistencias y dos goles en sus seis últimos partidos.

Siguen siendo baja por lesión Vallejo, Marcelo, Modric y Kroos, pero regresará al eje de la zaga Sergio Ramos, una vez cumplida su sanción por acumulación de amarillas el pasado sábado. El que ha causado baja este mismo martes por la mañana ha Casemiro, con problemas estomacales

La felicidad del Real Madrid se contrapone al estado depresivo en que se ha sumergido el Espanyol, que viene de sumar cuatro empates consecutivos y que no gana desde el pasado 17 de enero, cuando un gol del canterano Melendo le dio el triunfo ante el Barça en la ida de cuartos de la Copa. Más lejos aún queda su último triunfo en Liga, cuando se impuso en La Rosaleda al Málaga con un tanto de Sergi Darder en la penúltima jornada de la primera vuelta. Desde entonces, cinco empates y dos derrotas.

La mala racha no le quita a Quique Sánchez Flores la ilusión de sacar algo positivo ante el Real Madrid. «Veo a los jugadores serenos, más que la atmósfera. Están expectantes para lograr la victoria que nos dé energía», dijo el técnico. «Sabemos que podemos, ya lo hicimos ante equipos que no perdían», señaló el que fuera defensa del Real Madrid. Pese a su mala temporada, el Espanyol presume de ser el único capaz de tumbar al Barça desde que lo hiciesen los blancos en la Supercopa de España e infligieron al Atlético de Madrid la solitaria derrota del equipo de Simeone en Liga. A ello se añade el excelente estado de forma del delantero Gerard Moreno, que ha firmado diez goles en el campeonato, y del portero Diego López, que le ha quitado el puesto a Pau López y que la pasada jornada le dio un punto a su equipo al detenerle un penalti a Lucas Pérez en Riazor.

Frenazo a la racha del Real Madrid en Cornellà-El Prat, que tras cinco victorias consecutivas entre Liga y Champions cayó ante el Espanyol en un deslucido encuentro del cuadro merengue. Mermado por las bajas ya conocidas de Marcelo, Modric y Kroos, despojado también a última hora de Casemiro por problemas estomacales, y con Cristiano Ronaldo descansando de nuevo en casa por decisión de Zinedine Zidane, el vigente campeón no encontró la forma de superar a la escuadra perica, que tras cinco empates seguidos se reencontró con el triunfo gracias a un tanto de Gerard Moreno.

Undécimo gol en Liga del delantero catalán que hizo justicia a los mayores méritos acumulados por el conjunto local a lo largo de un choque en el que el Real Madrid se contagió de la climatología, excesivamente frío y timorato tras un buen inicio de partido y en el que fue claramente de más a menos para terminar sucumbiendo, como ante el Betis en la primera vuelta, en esa ‘zona Cesarini’ rebautizada en los últimos años como ‘zona Ramos’ pero que en esta campaña ya no baila como antes al son de los merengues.

Mal final para un mes de febrero en el que la única mácula antes de la visita al Espanyol era el empate ante el Levante en el Ciutat de Valencia y que obliga al equipo de Zidane a completar un notable partido el sábado frente al Getafe para recuperar la confianza acumulada con las goleadas previas a esta su primera derrota en Cornellà-El Prat.

En ausencia de Cristiano, le había asignado Zidane a Bale la condición de referente del ataque, toda vez que también dejó a Benzema en el banco de inicio, pensando en el PSG. Los expericos Marco Asensio y Lucas Vázquez, la pareja de moda, se ubicaron en las bandas e Isco, que recuperaba un sitio en el once, ofició de enganche. Nacho se desplazó al lateral izquierdo en lo que se perfila como una prueba por si el brasileño no está en condiciones para la cita del 6 de marzo en el Parque de los Príncipes.

Empezaron bien los visitantes con ese 4-2-3-1 frente a un Espanyol que ejercía una fuerte presión sobre los centrales y la medular del Real Madrid. Sostuvo en el primer tramo Diego López al Espanyol, primero atajando un remate de Bale, luego palmeando a córner un centro de Isco que se envenenó tras golpear en Aarón y más tarde siguiendo con la mirada cómo se le marchaba por centímetros un cabezazo a Varane.

Eran minutos en los que el Espanyol lo fiaba todo a la contra o a un fallo del adversario. Cerca estuvo de salirle redonda la apuesta en un despeje de Varane que interceptó Carlos Sánchez y que dejó a Gerard Moreno en un mano a mano con Keylor Navas que desvió el tico con la pierna. Tuvo otra el equipo de Quique Sánchez Flores poco después en otro balón mal alejado por la zaga merengue que el ariete sí ajustó a la malla, aunque el árbitro anuló la acción por fuera de juego. Justita la posición del delantero.

Contenido el primer arreón del Real Madrid, el Espanyol ganó posesión y amenaza mientras su rival perdió fuelle. Olían sangre los pericos ante un Madrid ya muy tibio, por lo que afrontaron el segundo tiempo con un planteamiento opuesto. Se fue el equipo de Quique Sánchez Flores a por el partido y tuvo tres ocasiones para poner el 1-0. La primera, a disparo de Sergio García, la desvió otra vez Keylor Navas; la segunda, una prolongación de Duarte, besó el travesaño; y la tercera, a golpeo de Gerard Moreno, la atajó el tico, el mejor de los visitantes.

Acuciado por sus siete jornadas sin ganar, el paso adelante del Espanyol abrió espacios al Real Madrid, más peligroso casi siempre a la carrera que en estático, pero no tuvieron fortuna esta vez los futbolistas merengues.

Redibujó Zidane al Madrid con la salida de Benzema por Isco, que no lució ante el Espanyol como en la primera vuelta. Metió Quique Sánchez Flores a Granero para ganar clarividencia en el mediocampo. Valiente, envidó luego con tres atacantes al retirar a Piatti para meter a Baptistao. Gerard Moreno tuvo la victoria en sus botas poco antes de cumplirse el tiempo reglamentario, pero terminó hallándola en el descuento al culminar de modo inapelable una triangulación con Sergio García. Ahí ya sí que no pudo hacer nada Keylor Navas.