Diego López cuelga los guantes y ya piensa en el banquillo

A Vallecas llegó después de seis campañas entre 2016 y 2022 con el Espanyol, donde se consolidó como un pilar blanquiazul bajo palos en plena etapa de madurez deportiva y disputó 213 encuentros como perico. «Fue uno de los equipos donde más reconocido me sentí», aseguró en el acto con el que puso el punto final a su trayectoria como jugador profesional.

Antes vivió su única experiencia en el extranjero con un paso por el Milan de luces y sombras. Fue una apuesta 'rossonera' importante pero acabó cediendo el puesto ante la meteórica irrupción del entonces jovencísimo Gianluigi Donnarumma. Y es que al conjunto lombardo llegó tras compartir la portería del Real Madrid con Iker Casillas en aquella campaña 2013-14 en la que de la mano de Carlo Ancelotti acabó llegando la deseada decimocuarta Copa de Europa para el club blanco. «Era una oportunidad única para defender los colores del mejor club posible. Fue una etapa muy mediática y aprendí a valorar otras cosas, a ver cómo se mueven ciertas cuestiones. Fue un aprendizaje continuo», recuerda el lucense sobre esa etapa de su carrera.

Con Carletto se convirtió en el guardameta habitual del Madrid en Liga después de un breve paso de una campaña por el Sevilla y la etapa en el Villarreal, en la que después de su formación en las categorías inferiores madridistas se consolidó en la elite e incluso llegó a contar para Vicente del Bosque como internacional español. Le queda la espina de no haber formado parte de la convocatoria del seleccionador para el Mundial de Sudáfrica de 2010, el que cambió la historia del fútbol español.

«Son circunstancias, son momentos, está claro que iba un compañero que lo merecía tanto coma yo o más. Al final fue una pena porque España fue campeona del mundo y hubiera sido maravilloso vivir esa experiencia, pero el fútbol es así. Hay que entender este tipo de decisiones de los entrenadores», explicó sobre aquella oportunidad perdida Diego López, que ahora inicia un camino paralelo pero cercano al fútbol, el de la construcción de un técnico de futuro. «Lo importante es pasar por las etapas que hay que pasar y cumplir los plazos formativos porque muy pocos entrenadores nuevos tienen la oportunidad de llegar a un equipo grande desde el primer momento. Eso ocurre con Xavi, Guardiola y poco más», desveló, cuestionado por sus planes ahora que cuelga definitivamente los guantes.