Benzema: «Quería terminar en el Real Madrid, pero hay otra oportunidad»

«Gracias al presidente, que hace mucho tiempo, con apenas 21 años, fue a mi casa, con mis padres. Cuando te vi, dije: 'es el hombre que ha traído a Zizou y a Ronaldo y ahora me quiere en su equipo'», recordó Benzema en una solemne comparecencia sin preguntas en la que estuvo arropado por sus hasta ahora compañeros Courtois, Modric, Lucas Vázquez y Nacho, embajadores del club como Raúl González, Roberto Carlos y Arbeloa, el técnico Carlo Ancelotti y la plana mayor de un Real Madrid al que Benzema nunca olvidará. «Es imposible porque es el mejor club de la historia», remarcó el atacante, que, sin embargo, tendió la vista al frente. «Es el momento de irme y ver otra historia», explicó.

«Es un día un poco triste porque voy a dejar este club y me hace daño», reseñó Benzema, que aclaró que tomó con los suyos «una decisión muy difícil» pero subrayó que guardará en su corazón al equipo de su vida. «El Real Madrid siempre va a formar parte de mi familia», arguyó antes de despedirse con el mismo grito que profirió catorce años atrás cuando saltó por primera vez al Santiago Bernabéu portando la zamarra blanca ante unos 35.000 aficionados que ni en sus mejores sueños podrían haber vaticinado el preciados tesoro que les legaría el '9' francés: «Uno, dos, tres... ¡Hala Madrid!».

«Hoy es un día muy difícil para mí, un día en el que me vienen a la memoria recuerdos y emociones vividas en estos catorce años», expresaba minutos antes un compungido Florentino Pérez que alabó «la magia de un jugador único» y celebró la «enorme fortuna» que ha tenido el Real Madrid de haber «disfrutado» de la inagotable chistera del galo durante infinidad de partidos en los que hizo «cosas increíbles» con la elástica que engrandecieron antes que él Alfredo Di Stéfano, Paco Gento, Amancio Amaro, Juanito, Emilio Butragueño, Raúl González Blanco o Cristiano Ronaldo.

El presidente del Real Madrid recordó que Benzema es «uno de los grandes símbolos» de la historia del Real Madrid y una de sus «mayores leyendas», señalándole como «un referente de compañerismo, de humildad, de trabajo, de respeto, de superación y de liderazgo». «Hoy no se va un jugador más, hoy nos dice adiós uno de los futbolistas más increíbles de nuestra historia», continuó Florentino Pérez, que dio las gracias a Benzema por haber emocionado «a todos los que amamos el fútbol».

El máximo dirigente del Real Madrid recalcó que Benzema ha sido siempre «un ejemplo de comportamiento y de profesionalidad» desde que aterrizó en la capital de España, hasta el punto de que, dijo, a lo largo de todos estos años no sabría ponerle «un pero» al francés. Por todo ello, argumentó Florentino Pérez, Benzema se había ganado el derecho a decidir un destino que le llevará al Al-Ittihad saudí a cambio de unos 200 millones de euros libres de impuestos durante las próximas dos temporadas y un bonus de 20 millones más por convertirse en uno de los embajadores de la candidatura saudí al Mundial de 2030. «Gracias por esta historia de amor al fútbol que hemos vivido juntos y que ya es eterna», remachó el también presidente de la constructora ACS antes de imponerle al de Bron la insignia de oro y brillantes del club.

Benzema dice adiós al Real Madrid erigido en su segundo máximo realizador histórico con 354 goles, quinto futbolista y extranjero con más partidos (648) y el más laureado junto a Marcelo con 25 títulos: cinco Champions, cuatro Ligas, tres Copas del Rey, cinco Mundiales de Clubes, cuatro Supercopas de Europa y cuatro Supercopas de España.

Marcó 20 goles o más en once de sus catorce temporadas en el Real Madrid pero, sobre todo, fue un jugador de culto que condensó las mejores virtudes de los grandes tótems del Real Madrid. Los controles y la elegancia de Zinedine Zidane, la potencia de Ronaldo Nazário, el liderazgo de Raúl González o la condición de futbolista total de Alfredo Di Stéfano se conjugaban en la figura del lionés, un nueve con alma de diez que maridó mejor que nadie la estética con la estadística. Se va por la puerta grande y con un legado asombroso a sus espaldas, tan inmenso como el vacío que deja en un club y una Liga que se quedan sin el último de los titanes que escribieron algunas de las páginas más bellas de su historia. Un Rey Sol en toda regla.