El Barça se conjura para lo que viene

«Es una decisión irrevocable, aunque ganemos la Champions. Lo daré todo estos cuatro meses. Quiero que la afición se sienta orgullosa», afirmó Xavi el sábado tras la derrota de su equipo frente al Villarreal. El técnico de Tarrasa activó la bomba en rueda de prensa y dejó flotando en el ambiente una sensación de incertidumbre para lo que resta de temporada. Y es que el Barça tiene un entrenador de aquí en adelante con la fecha de caducidad puesta, un técnico que ya ha decidido su marcha y que ahora tiene la misión por delante de enchufar a jugadores que muy pronto no estarán bajo sus órdenes.

Es por eso que en el Barcelona ya se han puesto manos a la obra. Laporta ratificó a Xavi el domingo. «Lo acepto porque es él quien me lo propone. Es una leyenda, alguien honesto, que actúa con dignidad y que quiere al Barça», dijo el mandatario culé. Su huida hacia delante no tiene otro objetivo que el de respaldar a su técnico, ganar tiempo a la espera de decisiones de cara al futuro y esperar que la situación se revierta poco a poco con el paso de los partidos.

La plantilla, mientras tanto, se reunió este lunes en una comida en la casa de Robert Lewandowski. El punta polaco hizo de anfitrión con el objetivo de cerrar filas, incrementar el sentimiento de grupo y conjurarse de cara a lo que resta de temporada. En esta reunión no estuvo el cuerpo técnico, pero sí la totalidad de los jugadores, algunos de los cuáles se vieron afectados por la deriva del equipo y por la marcha del técnico egarense a final de temporada.

De aquí en adelante son dos los objetivos que el Barça tiene por delante. El primero es lograr la clasificación lo antes posible para la próxima edición de la Liga de Campeones, algo que no está garantizado después de la deriva del club, de que el Atlético ganara el fin de semana y, sobre todo, de la gran temporada que está firmando el Athletic de Ernesto Valverde. No conseguir el acceso a la máxima competición continental para el próximo curso supondría una catástrofe económica para la entidad que preside Laporta, al margen del tremendo varapalo deportivo. El segundo objetivo es, precisamente, firmar una buena participación en Europa, allí donde los culés han perdido enteros y donde, por increíble que parezca, es más factible conseguir un título. Es la última bala para los azugranas en un curso que cada vez parece más condenado a terminar en blanco.

Mientras tanto, el Barça ya trabaja en el sucesor de Xavi. Tras la explosiva rueda de prensa del egarense el sábado ya han empezado a desfilar los primeros candidatos y algunos han aparecido tan rápido como se han esfumado. El Bayern de Múnich desvinculó este lunes a Thomas Tuchel después de que el germano dijera que «le atrae trasladarse al extranjero y que España tiene una Liga extraordinaria», mientras que Mikel Arteta, técnico del Arsenal, salió en rueda de prensa para asegurar que la posibilidad de fichar por el Barça es «rotundamente falsa».

Más factibles parecen las opciones de Roberto De Zerbi, que gusta mucho a la secretaría técnica azulgrana, y de Rafa Márquez, que sería la opción 'low cost' y una manera de apostar por alguien de la casa.