Pedri y Raphinha, tras la derrota ante el Atlético en Montjuic. EFE
Análisis

El Barça se congela y no encuentra respuesta a su bache de resultados

La crisis del equipo azulgrana es aún más grave en casa, donde ha sufrido tres derrotas consecutivas, a cual más dolorosa

Daniel Panero

Domingo, 22 de diciembre 2024, 16:47

El Barcelona de Hansi Flick se ha quedado congelado en el último mes y medio. El equipo culé ha pasado de la euforia absoluta a un bache en el que no encuentra respuestas y en el que todo son pulgas. Da igual que el contrario ... sea un equipo modesto o un rival directo, todo lo que puede salir mal, como en la ley de Murphy, acaba mal. Así ha llegado el Barça, tropiezo tras tropiezo, a una crisis de resultados en la que ha dilapidado toda la ventaja lograda en los primeros meses y en la que es incapaz de encontrar un diagnóstico. El Barça juega bien, pero el premio nunca llega.

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«Creo que jugamos un partido brillante. Estoy muy orgulloso, pero también triste con el resultado. Creo que nuestro estilo fue fantástico y estoy contento con Pedri y Gavi. Llegamos tristes a esta pausa, pero volveremos con fuerza. La plantilla muestra que puede marcar más goles», reconoció Flick tras la derrota ante el Atlético en el Lluis Companys. El técnico germano no hizo demasiada autocrítica tras un partido en el que los suyos fueron netamente superiores a su rival, pero en el que una vez más se fueron con un varapalo que hunde más la moral.

Y es que el Barcelona tiene motivos de sobra para estar frustrado. Frente al Atlético hizo un partido casi perfecto en el que tuvo un 62% de posesión, en el que maniató a su rival durante muchos minutos y en el que coleccionó hasta 19 remates, siete de los cuales se encontraron con un inspiradísimo Jan Oblak. El esloveno fue un muro y frenó a un Barça que no varió la hoja de ruta durante los 90 minutos, una premisa de Flick, y dio alas a unos rojiblancos que se encontraron con que podían ganar sobre la bocina lo que no habían perdido durante todo el encuentro. Los azulgranas no tuvieron capacidad para leer la situación y entregaron los tres puntos como el boxeador que está exhausto tras tanto golpear a su adversario.

No es la primera vez que le ocurre esta temporada. El Barça siempre va a por más goles y en ocasiones la manta no da para cubrirse la cabeza y los pies. Le pasó contra Las Palmas (1-2), Betis (2-2 en el Villamarín) y Leganés (0-1) en tres partidos en los que los de Flick pudieron llevarse la victoria, pero en los que evidenciaron que la solidez no es su punto fuerte y que existe un problema cuando la presión en campo contrario no da frutos. También le pasó el sábado ante el Atlético con dos goles recibidos al contragolpe y sin capacidad de los culés para frenar la transición del rival en la segunda mitad.

Los malos resultados han petrificado a un Barça que no tiene respuesta y que ha encontrado el culmen de la crisis en su propia casa. El Lluis Companys ha sido testigo de excepción de tres derrotas consecutivas a cada cual más dolorosa. El palo ante Las Palmas dolió especialmente por ser el primero, el del Leganés por la frustración de saberse superior al rival y el del Atlético porque es un competidor directo el que te da un golpe de realidad que además sirve para cerrar el año de la peor forma posible. Y es que el Barcelona no tiene solución en este momento a un bache que llega con el equipo haciendo cosas similares a las que hacía en el mes de octubre.

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Pocas cosas han cambiado más allá del capricho de una pelota que quizá a principio de curso entraba más de lo normal y que ahora ha decidido no acabar en gol. «Perdimos muchos puntos y perdimos el primer puesto. Pero no estoy preocupado, el equipo sabe jugar y lo demostró hoy», sentenció Flick antes de cerrar el año en una declaración de intenciones. El alemán no va a variar su idea pese a los malos resultados.

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