El Barça se da un homenaje ante el colista

Con un ojo puesto en el parón de selecciones y otro en la eliminatoria de semifinales de la Copa del Rey contra el Real Madrid. Así salió el Barça al Martínez Valero. La suma de ambos factores hizo que los culés iniciaran el duelo ante el Elche, colista de la competición, con un once plagado de novedades. No estaban disponibles Pedri, Christensen, Raphinha, Dembélé ni Frenkie de Jong, y tampoco fueron de la partida por descanso Busquets y Balde, teóricos titulares en el clásico del próximo miércoles. El puesto de Busquets en el centro del campo fue para Eric García, improvisado pivote, y el de lateral izquierdo para Jordi Alba. Fueron las grandes novedades en una alineación en la que también destacó la presencia de Ferran Torres en el extremo diestro y de Ansu Fati, que tuvo la oportunidad que tanto demandó su padre durante la semana.

El plan del Barça, no obstante, fue el habitual. Los azulgranas contuvieron el empuje inicial del Elche, que comenzaba nueva era con la llegada de Sebastián Beccacece, y acto seguido se pusieron manos a la obra para hacerse con el control del choque. Lo lograron con una medular en la que Eric García demostró que tiene mimbres para hacer de pivote y con Jordi Alba incorporado al ataque para generar superioridades.

La idea de Xavi cuajó e hizo que los locales poco a poco se fueran hundiendo en su propio campo hasta que Lewandowski dio el golpe de gracia. Fue en un balón al área que el polaco bajó y, tras una media vuelta, introdujo en semifallo en la portería de Édgar Badía, incapaz de detener la imprevisible parábola que trazó el esférico. Fue el único tanto de una primera mitad en la que el ex del Bayern y Jules Koundé todavía tuvieron tiempo de perdonar el segundo sobre la bocina.

Tras la reanudación los detalles volvieron a ser definitivos para el Elche. Carmona se lesionó cuando encaraba a Ter Stegen y acto seguido Ferran Torres puso a correr a Ansu Fati para que el canterano se quitara todos los miedos de un plumazo. El 10 culé fue durante unos segundos ese futbolista que maravilló a toda Europa con su irrupción. Arrancó con el balón a 40 metros de la portería, encaró a su par en un mano a mano a la carrera, se hizo hueco y soltó un latigazo inapelable para Édgar Badía. Fue una liberación para un jugador que necesita confianza como el comer y que no estaba firmando su mejor encuentro tras una semana convulsa.

El gol fue la puntilla para el Elche. Los de Beccacece se quedaron sin poder de reacción y también un Martínez Valero que empieza a asumir que hace falta algo más que un milagro para conservar la categoría. El Barça, por su parte, aprovechó el desplome de los locales para llenarse de moral. Lo hizo Lewandowski, que aceptó un regalo de Nico Fernández en la salida para hacer el tercero con un disparo cruzado, y lo consiguió también Ferran Torres. El ex del City se deshizo de un rival y con la zurda puso el cuarto para delirio de Xavi, que para entonces ya empezaba a pensar en el clásico de la vuelta de semifinales de Copa ante el eterno rival. El técnico del líder retiró en los últimos minutos a Araujo y Ansu Fati para dar entrada a Pablo Torre y Aleix Garrido.