El Barça ya trabaja en un futuro sin Dembélé

Tras conocerse que la oferta del PSG es irrechazable para Dembélé, ya que puede doblar lo que le ofreció el Barça en una mejora contractual y acercarse a los 30 millones brutos de salario por cada una de las cinco temporadas que firmaría, Xavi celebró una cumbre con el jugador en Dallas. Fue un último intento, casi a la desesperada, de hacerle cambiar de opinión y convencerle para dar marcha atrás. Entre otros argumentos, le recordó los intentos de Neymar por regresar después del 'clausulazo' que en 2017 le llevó al Parque de los Príncipes por 222 millones, en el fichaje más caro de la historia hasta la fecha.

Mientras prosiguen los contactos con la entidad que preside Nasser Al-Khelaïfi, el Barça no puede perder tiempo y ya ha comenzado a trabajar en posibles sustitutos para paliar la marcha de uno de sus puntales. Parece irreversible pues el PSG además se guarda un as bajo la manga, ya que envió el lunes una carta al Barça manifestando su intención de abonar la cláusula de rescisión y por tanto puede hacerlo sin limitaciones pese a haber expirado el plazo, tal y como refleja el contrato del jugador.

Dembélé es un futbolista único por su cambio de ritmo, verticalidad y, sobre todo, su facilidad para salir por los dos lados al ser ambidiestro. La temporada pasada firmó nueve asistencias y ocho goles en 35 partidos como azulgrana entre todas las competiciones. Se había convertido, después de tantas idas y venidas, en un jugador indiscutible y encontrar un relevo de garantías es un dolor de cabeza para el Barça.

Se da la circunstancia de que además, los culés solo percibirían un 50% del traspaso. La otra mitad iría para el futbolista, y eso complica aún más las opciones en un mercado en el que el gran anhelo es Bernardo Silva. El futbolista portugués sigue viendo con buenos ojos recalar en el equipo culé y es la opción ideal para Xavi, pero su elevado coste y la negativa del Manchester City de Pep Guardiola, del que el luso fue pieza angular en la histórica campaña del triplete, hacen que sea una operación inviable en este momento para las maltrechas arcas del club azulgrana.

La otra vía es Joao Félix, aunque no es el preferido de Xavi ni de Mateu Alemany, director general, y Deco, director deportivo. El ex del Benfica está loco por jugar en el Barça, tal y como manifestó públicamente en una entrevista a Fabrizio Romano, periodista especializado en el mercado de fichajes, y la negociación con el Atlético, al que le urge también desprenderse de él, podría resultar mucho más sencilla.

A día de hoy, los colchoneros insisten en pedir 100 millones de traspaso o una cesión que se iría hasta 25 millones por temporada, teniendo en cuenta el salario del Menino y su amortización. Como la situación entre Joao y Simeone es insostenible, creen en el Barça que si mantienen el pulso hasta el final, el luso puede caer como fruta madura.

En el Atlético hay otra alternativa en la figura del belga Yannick Carrasco, este sí que muy del gusto de Xavi porque es vertical, encarador y desequilibrante, precisamente las virtudes más características de Dembélé. El Barça firmó una opción preferente por este jugador cuando el pasado enero traspasó a Memphis Depay al Atlético, pero ya expiró el plazo. Hasta el 30 de junio, lo pudo fichar por 19 millones. Ahora, los clubes tendrían que negociar de nuevo, aunque Carrasco estaría encantado y los colchoneros necesitan dinero para acudir al mercado en busca del 5 que reclama el Cholo.

Otra opción que tiene el Barça es mirar hacia dentro. La plantilla culé cuenta con cuatro extremos como Raphinha, Ansu Fati, Ferran Torres y Abde. Cualquiera de ellos puede dar un paso al frente y ganarse un sitio en el once de Xavi. Destaca especialmente el caso del futbolista marroquí, que regresa tras su exitosa cesión a Osasuna. El Barça ya tenía muy avanzadas las negociaciones con el Betis para una posible venta, pero todo se puede venir abajo si el Mosquito hace las maletas. Xavi está muy contento con la pretemporada realizada por el extremo y puede ser la alternativa definitiva para paliar la marcha de Dembélé.

Otra posibilidad que tiene Xavi es tirar de pizarra táctica e incidir todavía más en el cambio de dibujo que tantas veces utilizó el pasado año. El Barça mutó en infinidad de ocasiones del clásico 4-3-3 a un 4-4-2 en el que Gavi hacía las veces de volante, dotando de más recursos a una poblada y fiable medular culé. Ese esquema se vio también ante el Real Madrid en la pretemporada en Estados Unidos, con Oriol Romeu y Frenkie de Jong en el doble pivote y con Gündogan y Pedri por delante, como interiores, para conectar con los dos jugadores de ataque. La marcha de Dembélé puede decantar todavía más a Xavi por ese dibujo y la prioridad de reforzar el centro del campo ante la falta de un extremo que garantice tanto desborde como lo hacía el galo desde ambos perfiles.

Toda esta planificación depende única y exclusivamente de Dembélé. La pelota está ahora en el tejado del futbolista y el Barça ya le ha hecho saber que la fecha límite para que lleve hasta las oficinas del club una propuesta parisina es el viernes 4 de agosto.

Ese día, apenas una semana antes del comienzo de la Liga, debe quedar todo resuelto para que la entidad que preside Joan Laporta tenga tiempo suficiente para reaccionar, mover ficha y empezar la competición oficial con la plantilla cerrada. Xavi ya ha metido prisa en este sentido y exige que el 'caso Dembélé', para bien o para mal, se resuelva cuanto antes.