Correa descerraja al Betis y consolida el tercer puesto del Atlético

Esta última derrota dejó en seis la racha de partidos sin perder de la que presumían los de Pellegrini y eleva a once la marca del Atlético sin caer. Como consecuencia, los colchoneros aventajan ya en en seis puntos a la Real y en nueve al Betis. A un paso de volver a disfrutar, o padecer de la Champions, y a cinco puntos de poder dar caza al Real Madrid en la pugna por el segundo puesto. Más orgullo capitalino que trascendencia.

Nació el duelo por la zona Champions con mucha marcha, pero en el primer acto fue claramente de más a menos. Espoleados quizá por unos prolegómenos en los que Griezmann recibió el trofeo al MVP de la Liga en marzo y por esa derrota de la Real ante el Villarreal, salieron los colchoneros con chispa y ambición. Toque rápido, ritmo vertiginoso y gran presencia del Principito, que lo esto todo en este equipo porque corta, organiza, juega y remata.

Entre Antoine, Llorente, algo de Carrasco por la izquierda, y el bullicioso Morata, que recuperó la titularidad por la lesión de Memphis, daba la sensación de que los madrileños podrían pasar por encima de un Betis al que le va un ritmo más lento. Pero más allá de un cabezazo de Griezmann, un disparo del galo y un posible penalti reclamado por Morata, cero sufrimiento para Rui Silva.

Es el verdiblanco un conjunto muy ordenado a partir del balón y que compite bien, incluso sin figuras como el sancionado Canales y el lesionado Fekir, quienes marcan diferencias junto a Borja Iglesias sin olvidar a dos medios de contención de fuste como Guido y Carvalho. Es verdad que Oblak no se vio apurado, aunque sufrió a distancia tras un error grosero de Savic en el que los andaluces manejaron fatal un tres para uno, pero tampoco el Betis.

La segunda mitad comenzó todavía más sosa que el último tramo de la primera. El dominio seguía correspondiendo al Atlético, pero el Betis no mostraba fisuras. Un cabezazo al travesaño de Giménez en acción de estrategia fue la acción más clara antes de un doble movimiento del Cholo. Fuera Nahuel, tocado, y Lemar, intrascendente, y más mordiente con De Paul y Correa. Llorente, de carrilero, venga a repetir esfuerzos y a complicarle la vida a Miranda.

Enseguida, Carrasco dispuso de una acción pintiparada, pero su remate lo desvió Silva. Los de Pellegrini esperaban con paciencia su momento, que el Atlético se descosiera. Avisó Miranda, que se movió bien a la espalda de la zaga, pero remató mal. El recién entrado Joaquín probó suerte con un tiro muy lejano y desviado. Como curiosidad, ya se había retirado entonces por lesión un asistente, sustituido por el cuarto árbitro, de apellido Madrid.

Sin goles y a falta de algo más de 20 minutos, Simeone hizo un cambio extraño al retirar a Morata, su artillero, y apostar por el canterano Barrios, un centrocampista. Adelantó a Griezmann, cerca de Correa. Dos pequeños habilidosos para descerrajar al Betis, cada vez más convencido de que podía pescar en el Metropolitano porque guardaba de maravilla el balón y Juanmi generaba incertidumbre en los madrileños. La hora del determinante Correa. Acierto de Simeone. Uno más.