El Villarreal seca de nuevo al Atlético

Sin embargo, para el Atlético todo cambia al abrigo del Metropolitano. Pese a que la añoranza de la afición atlética por el recordado Vicente Calderón sigue muy presente, el nuevo feudo rojiblanco cumple a las creces con la función de fortín. Como local, el equipo de Simeone se ha hecho fuerte y en esa condición basa gran parte de sus puntos en las últimas temporadas, con un desempeño menos fiable a domicilio. Regresa casa el Atlético menos de una semana después de la exhibición inicial ante el Granada, que disparó la euforia antes de que llegase el bajón anímico en forma de empate sin goles en la visita al recién ascendido Huesca. Toda una montaña rusa de sensaciones. Y es que la explosión goleadora de Luis Suárez, Diego Costa o Joao Félix desapareció en el Alto Aragón, aunque el portugués mantuvo las buenas sensaciones, mostrando que por calidad y adaptación al club esta temporada está ya en condiciones de liderar el juego atlético.

En una semana cargada de compromisos y con la intención de dotar a su equipo de una mayor profundidad por bandas, pues ante el Huesca se atascó en una segunda parte de dominio pero en el que lo intentó demasiado por el centro, se presumen cambios respecto al once rojiblanco en El Alcoraz, con la entrada de Carrasco o Correa por Marcos Llorente o Thomas. Pese a que Simeone insistió de nuevo en la previa con el mensaje de que Luis Suárez y Diego Costa pueden jugar juntos en algunos momentos de la temporada, no parece un extremo que vaya a producirse ante el Villarreal, aunque el técnico argentino dejó en el aire una segunda titularidad del uruguayo en detrimento del hispano-brasileño, pues su estado físico es aún una incógnita para una semana de tres partidos. «Ahora tenemos entrenamiento tras un día de recuperación y según cómo le vea hoy decidiremos el equipo para mañana», respondió Simeone, preguntado por esta cuestión.

Por su parte, el Villarreal despegó ante el Alavés después del varapalo sufrido en el Camp Nou con una victoria cimentada por los goles de Paco Alcácer y Gerard Moreno, una dupla ofensiva llamada a dejar huella en la Liga, con la ambición de alcanzar el selecto grupo de clubes que pelean por la Champions, entre los que está su próximo rival. Para Unai Emery se trata además de un reto personal, pues en sus exitosas etapas en los banquillos del Valencia y del Sevilla no logró victoria alguna en ocho enfrentamientos ante el Atlético de Simeone. «Nuestra intensidad y nuestro nivel competitivo deben ir de la mano. Debemos ser capaces de superarles en los duelos individuales. Ser contundentes para defender el balón parado, las transiciones», analizó el técnico vasco como clave respecto al partido en el Metropolitano.

El Atlético sigue atascado. En un partido marcado por el

El

La insistencia colchonera se topaba con un muro al llegar al borde del área visitante, en una dinámica similar a la de la segunda parte del Atlético en El Alcoraz. Con

El segundo acto no varió el paisaje general, con un Villarreal muy sólido en la parcela defensiva y el Atlético atascado con el balón en su poder. Otra vez

El enorme trabajo táctico del Villarreal fue pasando factura física en el equipo de Emery, cada vez más sometido por el