El Atlético, empate a empate

En busca del gol perdido, Simeone podría recurrir a ese tridente formado por Joao Félix, Diego Costa y Morata que aparece de vez en cuando y que por el momento no ha dado al Atlético el rédito esperado. Por lo demás, en el once colchonero no se prevé más novedad que la posible irrupción del colombiano Arias en el lateral derecho, donde el inglés Trippier podría tener descanso tras el parón de selecciones y antes del regreso de la Champions. Precisamente la ventana de clasificatorios para la Eurocopa ha dejado a este duelo sin su gran aliciente, que no era otro que ver a Rodrigo Moreno sobre el césped del Metropolitano, ese estadio que bien podría haber sido su casa en caso de haberse cerrado un traspaso del Valencia al Atlético que estuvo casi cerrado y que sólo el hecho de que Ángel Correa no saliese finalmente rumbo al Milan impidió.

Más allá de la ausencia del internacional español por lesión, tampoco José Luis Gayà y el portugués Gonçalo Guedes, que está viviendo un comienzo de campaña para el olvido, estarán a disposición de Celades, que deberá decidir si opta por un dibujo más ofensivo con Cheryshev en banda junto a Ferran Torres o si por el contrario se inclina por reforzar el centro del campo con Kondogbia junto a Coquelin y Parejo.

El Atlético tratará de mantener a tiro un liderato que atesoró durante varias jornadas y que sigue teniendo a tres puntos. Por su parte, para el Valencia el duelo es una prueba de fuego de competitividad y el billete de acceso a los puestos de honor de la tabla, esos que esta campaña todavía no ha paladeado. Para ello, los blanquinegros deben romper su mala dinámica de resultados el territorio rojiblanco, donde llevan más de ocho años sin sumar los tres puntos y donde han caído en sus cuatro últimas visitas, incluyendo el doloroso 3-0 de la 2016-17, en el último Atlético-Valencia disputado en el Vicente Calderón.

Las desgracias, dicen, nunca suelen venir solas. Al Atlético se le torció la tarde en el minuto 79, cuando

Le tocaba vivir en la heroica al Atlético, esa con la que tantas veces ha convivido estos años y de la que ha solido salir victorioso. La sensación, tras haberse replegado en un duelo que debió sentenciar, era que

Y eso que de inicio Simeone apostó por el tridente y consiguió lo que quería:

Ese error del ruso movió el marcador en un duelo que arrancó desnivelado dado que el 1-4-1-4-1 visitante no fue capaz de sujetar el ímpetu local de

El equipo del Cholo comenzó decidido, percutiendo por banda. Arias dejó buenos minutos en el carril derecho. Tanto Morata como Diego Costa tuvieron dos opciones escorados a la izquierda pero ninguno de los dos golpeó de modo correcto. Morata, voluntarioso pero fallón toda la noche, de primera por no darle con la zurda, algo que hizo después Costa de modo desviado tras orientarla con el pecho. El brasileño solo pudo anotar desde el punto de penalti, donde se colocó con la pelota ante Cillessen desde que el trencilla corrió a ver la acción en el monitor.

Era el justo premio a un Atlético sin gol. Y es que Saúl antes tuvo la suya desde lejos pero esta vez su derechazo no encontró puerta como en Oslo. Sí lo hizo en la segunda mitad, pero entonces reaccionó bien Cillessen. El canterano empezó en banda pero acabó de mediocentro el partido ya que

En la segunda mitad se animó el Valencia, del que apenas se sabía nada excepto más que por el citado disparo de Cheryshev tras un error de salida de balón de Thomas y una acción a balón parado. Esa es una faceta de la que se encargaba Celades en su etapa con Lopetegui y se nota que ha progresado mucho en ella su equipo estas semanas. A esa mejoría ayudó también el clásico movimiento atlético de echarse 20 metros para atrás cuando se ve por delante en el marcador.

Una buena acción aérea de Maxi le sirvió para recuperar una pelota y dejar solo a Cheryshev ante Oblak. El ruso, que no tuvo el día, la mandó al larguero con todo a favor. Reaccionó el Cholo con Lemar y Lodi para fortalecer la zona izquierda, pasando Saúl más al medio.

Ellos controlaron a Maxi y después a Gameiro, que apareció entre los silbidos cuando Celades mutó su plan buscando al menos un punto ante un rival que ya se había fortalecido con Marcos Llorente por Morata. Eso le permitió pisar campo contrario con espacios buscando las apariciones de Arias, que perdonó un mano a mano ante Cillesen previo a la acción de la lesión de Joao Félix, punto de inflexión de un duelo que dejó a ambos con mala cara.