El Atlético sigue imparable en la antesala a la batalla de Montjuic

Salió de nuevo el sol en el Metropolitano. A la hora del Vermú, donde prosiguió la racha rojiblanca. Inigualable en toda Europa. Gorros de Papá Noel en las gradas de un equipo que vive un un momento de forma espectacular. Los del barrio San Blas-Canillejas están intratables. Partido que juegan, partido que ganan. La úndécima consecutiva, sin brillo eso sí, llegó ante el correoso e incómodo Getafe de Bordalás, ante los que los locales salieron con la velocidad del homenajeado en los prolegómenos Jorge Martín, campeón del mundo de MotoGP y atlético confeso, en un duelo donde amasó el balón desde el inicio y propuso llegar con peligro a través de sus bandas.

No quiso Diego Simeone ningún tipo de susto con un once continuista que luego tuvo que agitar, después de enderezar a un equipo que hace mes y medio emitió señales de alarma en juego y resultados. El Cholo ha encajado el puzzle para lograr un bloque que está de dulce y se muestra más que fiable para mirar a la cara al Barcelona, ante quien tendrá en la última cita del año en Montjuic, una gran batalla por el liderato. Nadie atraviesa en la actualidad tal secuencia de triunfos como los colchoneros en las federaciones que aglutina la UEFA.

Ante los azulones fue una victoria de picar piedra, a la altura de un rival siempre competitivo y molesto, que hizo que los de Simeone pasaran por momentos renqueantes por la falta de puntería, en varias ocasiones, de Lino, De Paul, Julián Álvarez, Giuliano o Pablo Barrios. Los del sur de la capital tuvieron su papel muy claro, acumulando esfuerzos en defensa para lograr algún galope al contragolpe y asomarse así a un Oblak que defendió la portería en el primer acto en un animado fondo sur, donde se sitúan los ultras del Frente, que volvieron a cantar tras la huelga de animación por las sanciones internas del club.

El regalo del gol tardó en llegar a un coliseo lleno de ambiente navideño, donde los pupilos del Cholo insistían con todas sus fuerzas para sumar una nueva victoria y dificultar por otro lado cualquier intento de rebeldía de los getafenses. Fue Alexander Sorloth quien obtuvo el premio al poco de entrar al verde de la Avenida de Luis Aragonés. Un buen cabezazo del noruego, a pase de Nahuel Molina, desequilibró las cosas del lado local para que la tarde finalizara con final feliz, igual que todas sus citas desde la última noche de Halloween en adelante. Unas ilusionantes cifras para los aficionados del Atletico que no son casualidad, y que se encuentra a solo tres dos triunfos de su mejor marca de la historia, cuando en 2012, también con Simeone, llegaron a trece.

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