Correa vuelve a desatascar al Atlético para seguir líder

A priori, el rival, aunque se está jugando la permanencia, no puede ser más favorable para el Atlético, que afronta otra final en su pelea por el título y no debería verse acogotado por la presión contra un adversario muy inferior. El conjunto colchonero aventaja en 43 puntos al Huesca después de 31 jornadas en las que el Atlético solo ha perdido un partido en su estadio, frente al Levante, y ha cedido tres empates, aunque su negativa racha le haya llevado a perder la enorme diferencia de puntos que llevaba con respecto al Real Madrid y al Barça. Tras tomar aire y alimentar la autoestima con su 'manita' al Eibar, el Huesca debería suponer otro espaldarazo para el Atlético, que con Simeone en el banquillo no ha perdido ninguno de los 27 encuentros de Liga que ha disputado como local frente a ascendidos.

«Nosotros planteamos el partido para ganar, porque no sé hacerlo de otro modo, aunque si luego vamos por detrás en el marcador, en el minuto 90 claro que firmó el empate o si, estando el resultado igualado, nos están avasallando», afirmó este miércoles el entrenador del Huesca, Pacheta, quien se reencuentra con el Atlético 12 años después, ya que cuando dirigía al Numancia visitó el Vicente Calderón en un partido que se saldó con 3-0 a favor de los rojiblancos. Ahora, al frente de un Huesca muy exigido, intentará dar la gran sorpresa, con la principal amenaza ofensiva de Rafa Mir, que ha marcado cinco de los seis últimos tantos del conjunto oscense.

Sin los lesionados Luis Suárez, Joao Félix y Thomas Lemar y, tras la goleada al Eibar por 5-0, Diego Pablo Simeone repitió por primera vez equipo titular en la Liga en la presente temporada y, al igual que en la anterior jornada, fue Ángel Correa el encargado de desatascar el partido ante el Huesca y Yannick Carrasco de sentenciar de forma definitiva. Solo se quedó sin anotar Marcos Llorente, aunque el centrocampista madrileño, el rey de las asistencias en el Atlético, dio los dos pases de gol al argentino y al belga para certificar otro solvente triunfo de un equipo mejorado tras haber pasado por una preocupante crisis de juego y resultados.

Correa se ha convertido en el abrelatas rojiblanco, con casi la mitad de los goles del equipo que han servido para abrir el marcador, este jueves, de nuevo ante un rival muy amenazado por el descenso que, excepto durante en una breve fase en la que el Atlético dio un paso atrás, fue superado de principio a fin. El conjunto colchonero no acusó la presión para mantener el liderato de la Liga y continúa con la autoestima intacta para aspirar al título con garantías. A excepción de un paradón de Jan Oblak a un remate a bocajarro a los tres minutos que pudo complicar el encuentro y provocar ansiedad en los colchoneros, el Atlético pasó muy pocos apuros, jugó un buen partido e hizo méritos para lograr un resultado más amplio, lo que evitó Álvaro Fernández con varias intervenciones salvadoras.

Aunque con un marcador tan ajustado se arriesgó demasiado el Atlético en la segunda parte al permitir jugar y llegar al Huesca, el líder volvió a tirar de oficio para asegurar la victoria tres días antes de jugar en San Mamés, siempre con la fecha marcada en rojo del 8 de mayo en el Camp Nou, pero hasta entonces obligado a ganarlo todo y responder de tres en tres. En esta ocasión lo consiguió frente a un Huesca que siempre quiso ser competitivo y no le perdió la cara al partido, pese a su inferioridad y verse por debajo desde el final del primer tiempo. Como consecuencia de la acción individual de un futbolista del que nadie duda la calidad que tiene, pero a quien se le reclama más pegada. Cuando el duelo caminaba por un terreno anodino al filo del descanso, porque tras haber chocado contra Álvaro Fernández el Atlético había perdido chispa y fe, Correa recibió de Llorente y tras dar la media vuelta y recortar a un defensa, puso el 1-0 tras pegar el balón en Pulido.

Con algo de suerte el delantero argentino volvió a dar ventaja al Atlético, aunque la victoria del equipo de Simeone fue incuestionable, con una defensa sólida, salvo a balón parado, y un ataque que, a falta del talento de Joao Félix y la contundencia de Luis Suárez, presume de verticalidad, desborde y ritmo, especialmente con el siempre incisivo Carrasco, que repitió como goleador, esta vez en el tramo final del encuentro, cuando el Atlético se había rearmado frente al empuje del Huesca y volvió a mostrarse decidido en busca de un segundo tanto que acabase por fin con la incertidumbre.

Frente a la continuidad de Simeone, en el Huesca Pacheta llevó a cabo hasta siete cambios en el once con respecto al equipo que perdió ante el Alavés, pero no pudo sorprender a un Atlético que parece que vuelve a ser fiable, aunque en los dos últimos partidos le ha tocado enfrentarse a dos rivales de bastante menor nivel. Además, el Atlético pega ahora cuando más lo necesita, como ocurrió no solo cerca del intermedio, sino también cuando solo minutos después de que Lodi tuviese que cortar un disparo peligrosísimo de Sandro que hubiera encendido las alarmas, el VAR ratificó el tanto de Carrasco, que por un centímetro no estaba en fuera de juego para marcar a placer y tranquilizar al líder.