Diego Pablo Simeone inicia su decimotercera temporada como entrenador del Atlético. Efe

La enésima reválida de Simeone

El futuro del técnico argentino, que cumple contrato en 2024, es la primera incógnita de un Atlético aún pendiente de colocar a Joao Félix para poder fichar un mediocentro

Ignacio Tylko

Madrid

Jueves, 10 de agosto 2023, 01:02

Faltan horas para que el Atlético se estrene ante el recién ascendido Granada en el Metropolitano y sus retos están muy marcados: «molestar» a los dos todopoderosos -término utilizado por Cholo Simeone desde que se bautizó en el banquillo rojiblanco-, competir en los cruces de ... la Champions y batallar por la Copa del Rey, que se le resiste a la entidad desde 2013, sin perder de vista la Supercopa de Arabia Saudí. Aunque la pretemporada ha sido esperanzadora, sobre todo con ese triunfo ante el Manchester City en Seúl, a día de hoy todavía hay varias incógnitas por despejar.

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El primer interrogante reside en el banquillo. Cumple el Cholo Simeone su decimotercera temporada en el club -la duodécima completa-, siempre cumpliendo el objetivo prioritario de clasificar al equipo para la Liga de Campeones, y su futuro lo marca todo. Termina contrato en junio de 2024 y le conviene al Atlético no especular con resultados y decidir cuanto antes si renueva al argentino, como así parece el deseo de las partes, o no. La idea es concretar las negociaciones en octubre.

Es el técnico mejor pagado del mundo, con un sueldo de 25 millones por temporada, pero el curso pasado ya fue muy discutido. Pasó su peor momento en el Atlético en invierno, eliminado en la fase de grupos de la Champions, último ante Oporto, Leverkusen y Brujas, pero todo cambió tras el Mundial de Catar. Si esto fueran torneos de Apertura y Clausura, los madrileños hubieran sido campeones en la segunda vuelta.

Salir antes que entrar

Creció sin Joao Félix, cedido en enero al Chelsea, y sin sus amigos Cunha y Felipe. La plantilla volvió a unirse en torno al entrenador, la afición respondió y, como siempre dijo también Simeone, si «todas las patas» de la entidad están firmes, las perspectiva es halagüeña. Pero se produjo lo que nadie quería, el regreso del 'Menino' para realizar la pretemporada.

No le quiso Pochettino en Stamford Bridge y, de momento, ningún club abona los 100 millones de traspaso que pide el Atlético, ni acepta una cesión que entre ficha y amortización supera los 20 millones. Joao, peleado ya con todos en el club desde que proclamó su «barcelonismo de siempre», es un problema para la buena convivencia. De su marcha dependen más llegadas. Como en el Metro en horas punta, antes de entrar hay que dejar salir.

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Tampoco se ha resuelto aún el 'caso Morata', mejor goleador del equipo la campaña pasada junto a Griezmann, pero sin terminar de dar un golpetazo sobre la mesa y siempre en las quinielas de prescindibles para hacer caja. El delantero es pretendido por la clase noble de Italia, pero el traspaso no se concreta y todo apunta a que se queda e incluso renovará. Celebró una cumbre con el Cholo en Corea, pero nada ha trascendido. En el caso improbable de que hiciese las maletas, el Atlético necesitaría otro '9' de manera urgente porque el francés no es un punta, Correa tampoco y el Memphis Depay está más tiempo lesionado que sano.

Hay más dudas con jugadores que tienen buen cartel como el belga Carrasco o el joven Riquelme, que no admite más cesiones y quiere quedarse o salir. Algo parecido ocurre con el brasileño Samuel Lino, un extremo utilizado este verano de carrilero por las lesiones de Carrasco y Reinildo, esta de larga duración. Ha hecho méritos para quedarse. ¿Y qué ocurrirá con Saúl? El canterano mejoró sus prestaciones a final de temporada, pero no es el futbolista determinante que se fue al Chelsea para pasar inadvertido. El Atlético le quiere traspasar, pero tiene un sueldo desorbitado que echa para atrás.

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Llegar bien al principio

«Lo importante está en llegar bien al principio», desliza Simeone tras la última experiencia, la de ese equipo desnortado que llegó muerto al parón mundialista. Para ello, la primera premisa es tener la plantilla casi cerrada. Y no se cumple. Andrea Berta, el director deportivo, busca desesperadamente un '5' de jerarquía que oxigene a Koke y equilibre al equipo, pero no hay dinero.

Amrabat y Zubimendi eran dos imposibles, Verratti prefiere los petrodólares saudíes y el objetivo ahora es el danes Hojbjerg. El problema es que el Tottenham le ha tasado en 40 millones.La mayor certeza del Atlético es su defensa, reforzada con un multiusos de enorme experiencia como Azpilicueta, que llegó libre del Chelsea, el turco Soyuncu, que rescindió con el Leicester, el joven uruguayo Mouriño, que podría salir cedido, y el excéltico Javi Galán. A vueltas con el sistema aparece otra gran incógnita, la del estilo. ¿Apostará el Cholo por ese fútbol más vistoso de la segunda vuelta o insistirá en el cero en su portería como la clave del éxito?

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