Los árbitros reconocen una «temporada difícil» pero se quejan del «ruido mediático»

Pese a ello, «objetivamente los índices de acierto de nuestros árbitros han sido muy elevados, mejores que la temporada pasada, y específicamente en el caso de nuestros asistentes, cuyo trabajo calificaría de espectacular», según palabras del presidente del CTA, que recordó que el VAR ha solucionado esta temporada más errores que la campaña precedente, la de su debut en Primera.

«En el año 2020 hay menos errores que nunca en la historia del fútbol en nuestro país. Este Comité Técnico de Árbitros cree firmemente que el VAR es una herramienta que ayuda al fútbol, objetivamente, y que entre todos tenemos que mejorar», aseguró Velasco Carballo, que opinó que «donde antes cientos de errores permanecían en el campo ahora se solucionan» desde el VOR de Las Rozas.

Pese a la crítica, el CTA saca pecho por los que considera puntos fuertes del VAR, pues recuerda que «ya no hay goles en fuera de juego, no hay goles legales anulados, se han reducido las acciones de juego brusco grave y las conductas violentas, no existen los tantos tras toque con la mano o salida del balón del campo, han descendido las simulaciones y no se producen confusiones de identidad».

A pesar de estas valoraciones del colectivo arbitral, lo cierto es que la polémica parece incluso haber aumentado en los últimos tiempos, algo que desde el CTA achacan a la concepción inicial del VAR como «la panacea del arbitraje», pues según su criterio, se interpretó erróneamente como la llegada del «error cero» y lo cierto es que «no puede entrar en todos los errores, sino sólo en los que son claros y manifiestos». «El VAR es una persona humana, no es una máquina, y aunque parece algo muy obvio, debemos profundizar en que todos lo asimilemos, reconociendo que se equivoca», añadió en este sentido Velasco Carballo.

En números, esta temporada se han producido 825 incidentes en el área de penalti, trece más respecto al curso 2018-19. De ellos, 123 acabaron con la señalización de la pena máxima (Hasta 30 más respecto a la campaña anterior). Según el análisis del CTA, 753 de estas acciones se resolvieron con acierto frente a los 72 errores reconocidos, de los que 51 fueron corregidos por el VAR y 21 se mantuvieron por no ser manifiestos o por actuación incorrecta del videoarbitraje.

En cuanto a las tarjetas amarillas, se mostraron un total de 1.858 amonestaciones, de las que 49 no deberían haber sido, y 241 no se señalaron por error. Aumentaron las expulsiones, con 43 tarjetas rojas frente a las 32 de la 2018-19, de las cuales 26 fueron decididas por el árbitro de campo y 17 desde el VAR. Asimismo, el colectivo arbitral reconoce seis expulsiones no mostradas.

También se produjeron 5.741 situaciones de fuera de juego, con 1.706 señalizaciones de posición antirreglamentaria. De ellas, y según el criterio del CTA, 5.471 fueron resueltas con acierto y en 270 se produjo un error de apreciación.

En total, se contabilizaron 156 revisiones de VAR con visualización del árbitro de campo en la pantalla, un 29 % más respecto a las 121 de la temporada anterior. De ellas, 65 fueron situaciones de gol, 58 penaltis, 21 tarjetas rojas y siete confusiones de identidad. Sólo en nueve ocasiones el colegiado mantuvo su decisión inicial.

Velasco Carballo destacó la profesionalidad del colectivo, con la supervisión de 4.442 clips de vídeo por parte de la Comisión Técnica y de 946 con los árbitros para «llegar a conclusiones comunes, seguir en la búsqueda del error cero y unificar criterios».

Por último, desde el CTA valoran como «hitos históricos» la dificultad de la implantación del VAR en dos categorías, pues esta temporada se estrenó el sistema de videoarbitraje en Segunda, en 52 días, así como el reto de supervisar diez partidos simultáneos.