Los árbitros hacen autocrítica y apuestan por limitar el uso del VAR

«La temporada desde el punto de vista arbitral ha sido mejorable, no ha sido buena», reconoció, a modo de balance, el máximo mandatario de los árbitros españoles. «Si el nivel de intervención del VAR aumenta es porque algo no cuadra en el campo y hemos incidido mucho en que los árbitros de campo deben tener capacidad decisoria y que solo cuando haya un error manifiesto intervenga el VAR», añadió el andaluz en una clara declaración de intenciones para la siguiente campaña.

Desde el colectivo arbitral se asume que los interminables parones por la intervención del videoarbitraje y las dudas respecto a su uso para juzgar jugadas muy difusas fueron un auténtico problema la pasada temporada. El desconcierto generalizado entre jugadores, entrenadores y aficionados no pasó desapercibido para los colegiados, cuya capacidad de decisión sobre el césped se ha visto seriamente deteriorada por la red que supone el recurso del VAR.

«El árbitro de campo está para tomar decisiones y es verdad que cuando hay una red de seguridad es posible que no te lances al vacío como en nuestra época, cuando no teníamos la certeza al 100% de cada acción», añadió Medina Cantalejo en cuanto al rol protagónico del colegiado de campo, el aspecto en el que centra ahora mismo el foco.

«Falta un poquito de decisión en algunos momentos y quizá desde el VOR se es demasiado estricto con algunas cuestiones», incidió el presidente del CTA, que coincidió en su diagnóstico del arbitraje actual con Carlos Clos Gómez, director del Proyecto VAR, y Alberto Undiano Mallenco, miembro de la Comisión Técnica.

Dos aspectos centran la crítica al arbitraje español: la excesiva cantidad de faltas y tarjetas y el tiempo efectivo de juego. Ambos los abordó Medina Cantalejo, que aseguró incluso que según sus análisis internos alguna cartulina roja se quedó sin mostrar. En este sentido, destacó el descenso de los denominados como «penaltis de baja intensidad». Respecto a los parones, advirtió que se aumentará el añadido al final del tiempo reglamentario al estilo de lo que ocurrió en el Mundial de Catar.

Más allá del mero análisis y la exposición de las novedades para la próxima temporada, el mandatario del CTA no quiso obviar la influencia del 'caso Negreira' sobre la labor arbitral. «Nos vimos envueltos en polémicas y cuestiones muy mediáticas que están en manos de la justicia», recordó. «No es fácil trabajar si en cada jornada cada equipo saca un comunicado quejándose sin hablar», añadió en referencia a la presión mediática que el colectivo arbitral dice sufrir en mayor medida en los últimos tiempos.