Antonio Papell: «Di Stéfano no ha tenido ni tiene parangón»

«Luis Garicano, catedrático de la London School of Economics, ha escrito que España tiene dos grandes marcas que destacan en la globalización y que impulsan mejor que cualesquiera otras la identidad española: el Real Madrid y Zara», explica Papell en relación a la importancia del club en la proyección de la imagen de España en todo el mundo. «Más allá de la pura dimensión deportiva, es evidente que el deporte en general y el fútbol en particular tienen una significación sociológica muy relevante: actúan como elementos de cohesión, las personas generan a través del deporte un sentimiento de pertenencia y se transmiten valores: competitividad, deportividad, eficiencia. Todas las relaciones de adhesión tienen siempre componentes sentimentales. El fútbol es un deporte hermoso, vistoso, atractivo, que puede agradar a cualquiera, pero para enamorarse de un club, de unos colores, hay que ir más allá de la pura racionalidad», remarca el autor.

Jugadores, entrenadores, mandatarios, trofeos y partidos históricos también tienen cabida en el libro de Papell, que a la hora de elegir se queda con un futbolista y con un episodio como decisivos en la historia del Real Madrid. «Yo creo que Alfredo Di Stéfano no ha tenido ni tiene parangón», afirma rotundamente, antes de profundizar en la curiosa historia de su llegada al club: «Quizá el aspecto más apasionante fue el rocambolesco fichaje de Di Stéfano por Santiago Bernabéu en los primeros años cincuenta del pasado siglo, en dura pugna con el Barcelona. En un cierto momento, Madrid y Barcelona lo ficharon a la vez, de tal modo que llegaron a pactar que jugase alternativamente en uno y otro club. Finalmente, el Barcelona desistió y el Real Madrid se hizo en exclusiva con el mejor jugador de todos los tiempos».

Precisamente en Bernabéu, el presidente que construyó el gran Madrid de las cinco primeras Copas de Europa, centra el autor la clave de la aparición de un equipo que dominó el fútbol del continente desde una España con tantos problemas como la de los años cincuenta: «Como siempre, estos fenómenos no tienen un solo origen, pero en este caso hay que destacar la figura singular de Santiago Bernabéu, un hombre volcado en el Real Madrid que tuvo gran visión a la hora de fichar jugadores y que realizó con pocos recursos una gran gestión del club. Bernabéu era un conservador, había pertenecido a la CEDA antes de la guerra, pero no es cierto que hubiera sintonía política directa entre el Real Madrid y el régimen franquista, que lógicamente explotó cuanto pudo los éxitos internacionales del club. Bernabéu fue siempre a lo suyo, que era su club de fútbol, y lo antepuso a cualquier otro designio», explica.

Desde aquel Madrid dorado de los albores de la Copa de Europa al equipo actual de las cuatro Champions en cinco temporadas han transcurrido más de sesenta años, en los que no ha dejado de crecer un prestigio internacional que Papell basa en «dos elementos: un comportamiento ejemplar, elegante, basado en la deportividad y en el 'fair play', durante toda su dilatada historia, y la acumulación de resultados brillantes que han hecho de él, objetivamente, según la FIFA, el mejor club del mundo durante el siglo XX».