Cristiano Ronaldo le echa el mayor pulso a Florentino

La información del verano futbolístico supone un golpe en la línea de flotación del campeón de Europa, que trata de calmar a una estrella que desde que aterrizó, procedente del Manchester United, en 2009, ha marcado nada menos que 406 goles en 394 partidos, ha conquistado tres Champions con los blancos y va camino de lograr el quinto Balón de Oro de su carrera.

«Cristiano Ronaldo quiere abandonar España», tituló a toda página el rotativo portugués, donde se detalla que Cristiano está totalmente «indignado» con la denuncia de la Fiscalía, que le acusa de defraudar 14,7 millones de euros a Hacienda. El crack de Madeira considera que está siendo maltratado y utilizado de forma ejemplarizante de manera injusta y desproporcionada. Él insiste a sus allegados y al Real Madrid en que trató de regularizar su situación con el fisco español de forma voluntaria.

Cristiano aseguró el miércoles desde la concentración de Portugal, que este domingo se estrena frente a México en la Copa Confederaciones que se disputa en Rusia, que tiene «la conciencia tranquila», pese a la denuncia por evadir impuestos. Y el Real Madrid mostró su total apoyo al jugador en un comunicado en el que señalaba que estaba «absolutamente convencido de la inocencia» del portugués.

Días atrás, también A Bola publicaba que había equipos dispuestos a pagar 180 millones de euros para hacerse con los servicios de Cristiano, que ha sido decisivo en el último tramo de la temporada, sobre todo en la Champions con sus cinco goles frente al Bayern de Múnich en cuartos, tres contra el Atlético en semifinales y dos en la final de Cardiff frente a la Juventus.

Entre los nombres de esos clubes citados por el rotativo luso estaban los de PSG y el Manchester United, donde CR7 se reencontraría con José Mourinho, un técnico con el que acabó fatal en el Real Madrid. El Manchester City de Pep Guardiola, lo que supondría otra paradoja histórica, o China, también podrían llegar a esas cantidades.

El periodista Nuno Luz, uno de los que mejor conoce a Cristiano, confirmó en todos sus extremos la primicia de sus colegas. Habló en Radio Marca y aseguró que «Ronaldo ha decidido no volver a jugar en España». «Considera que se le ha perjudicado con este asunto fiscal y nadie le está defendiendo a pesar de que hizo las cosas con toda la legalidad posible. La voluntad de Cristiano es buscar un nuevo club», añadió este periodista de la televisión portuguesa Sic.

Explicó que Cristiano no lo va a decir, pero no se siente arropado por el Real Madrid en materia fiscal. «No quiero hablar mucho de esto porque sé mucho, pero cuando cambió la Ley Beckham adquirieron un compromiso para que parte del sueldo lo cobrara de otra forma. El Madrid tiene algo que decir sobre este tema. Cristiano está cabreado porque entiende que no se trata de un asunto personal sino del club. Le gusta España, vive en una ciudad perfecta como Madrid, tiene una novia española, pero en este momento no se siente arropado», insistió Nuno Luz.

Además, Cristiano está descontento con la prensa española porque entiende que le señala como el culpable de todo, que le juzga sin conocerle y que se refiere a él de forma frívola. Se siente señalado constantemente por los medios de comunicación y hasta traicionado. «Me tratan como un delincuente y no me conocen», espetó recientemente.

No es la primera vez que Cristiano se muestra decepcionado con el Real Madrid. En enero de 2013 ya sembró incertidumbre sobre su futuro al no aclarar si renovaría un vínculo que acababa en 2015. «Quiero acabar mi contrato en el Real Madrid, eso lo tengo claro. Después, no sé qué va a pasar», dijo el portugués en una entrevista a la FIFA. Meses antes, el luso confesó estaba «triste y no es por dinero».

Al final, las aguas volvieron a su cauce y hubo fumata blanca. Cristiano mantuvo luego su excepcional rendimiento y en noviembre de 2016 prolongó otra vez su compromiso con la entidad merengue. Firmó hasta 2021 a cambio de un sueldo de unos 20 millones por temporada, aunque cedió parte de sus derechos de imagen al club, y una cláusula de rescisión que se eleva hasta los 1.000 millones.

Cristiano tiene tomada la decisión, irreversible según su entorno y ya comunicada incluso a sus compañeros de selección, al presidente Florentino Pérez y al director general José Ángel Sánchez. En el club, sin embargo, esperan que el tiempo y las circunstancias calmen a su estrella y reconsidere su pataleta, intento de ganar aún más dinero o de cambiar de aires. En todo caso, desde el club blanco se deja claro que nadie será retenido contra su voluntad y que el precio siempre lo fijará el Real Madrid, nunca el futbolista.

Si al final su mejor jugador se marchase, el Madrid lo achacaría a sus problemas con el fisco ante la opinión pública y obtendría pingües ingresos por la venta de un jugador de 32 años que le servirían para acometer otras operaciones sonadas como las del francés Kylian Mbappé o el belga Eden Hazard.