El Athletic sigue con pulso firme en su camino hacia Europa

El equipo de Ernesto Valverde llega fortalecido por el triunfo logrado el lunes en Ipurua, una victoria en el descuento ante el Eibar que casi descartó al equipo armero de la pelea europea que mantenía y que parece haber quedado reducida de cinco equipos a tres.

Con el Espanyol también ya descolgado, la lucha por la quinta y sexta plaza que clasifican para la Liga Europa se ha acotado a Athletic, Real Sociedad y un Villarreal que dio ayer la campanada ganando en el Vicente Calderón y asegurándose una jornada más en el quinto puesto hagan lo que hagan bilbaínos y donostiarras.

Esa victoria en su visita al Atlético de Madrid dio al Villarreal cuatro puntos de distancia sobre el Athletic y cinco sobre una Real que juega en Mestalla y que podría adelantar al conjunto rojiblanco si los leones no son capaces de ganar al Betis.

Para lograr esa importante victoria, que sería la quinta en los seis últimos encuentros y la séptima en los últimos nueve, Valverde dispone de prácticamente toda su plantilla una vez recuperados para Eibar a Mikel Balenziaga, que fue titular, y Beñat Etxebarria, que salió en la segunda mitad y fue decisivo en el gol de su equipo.

Precisamente el exbético Beñat puede ser la novedad de un equipo local que podría volver al clásico 4-2-3-1 de Valverde después de jugar de inicio en los dos últimos partidos con un 4-4-2 con Raúl García en la banda derecha e Iñaki Williams al lado de Aritz Aduriz en ataque. Esa manera de jugar le dio pingües beneficios contra la UD Las Palmas hace dos jornadas en San Mamés (5-1) pero no le salió tan bien en Ipurua, donde la cambió en la segunda mitad.

A pesar de los tres partidos en seis días que encadena el Athletic esta semana, en el once rojiblanco se espera a los habituales. A Kepa en la portería; a De Marcos, Yeray, Laporte y Balenziaga, en defensa; a San José junto a Beñat en el doble pivote; y a Williams, Raúl García, Muniain y Aduriz en ataque. Si acaso, aunque no parece, podrían entrar Iñigo Lekue o Markel Susaeta en cualquiera de las bandas.

Por su parte, los de Víctor Sánchez viajan a Bilbao con la tranquilidad de la salvación matemáticamente conseguida aunque con la obligación de enmendar una temporada errática y decepcionante en la que no se ha acercado siquiera al objetivo del décimo puesto, del que los béticos están a siete puntos a falta de quince por disputar.

El empate del Sporting de Gijón ante el Espanyol (1-1) ha certificado la salvación de los béticos que, no obstante, tienen por delante cinco partidos para salvar los muebles de la imagen y, en el caso de Víctor, consolidar su candidatura a pilotar el proyecto verdiblanco la próxima temporada. El Betis llegará a San Mamés después de haber encadenado dos victorias consecutivas por vez primera en esta temporada ante el Éibar (2-0) y el Celta (0-1), y tras haber experimentado en Vigo una mejoría en su juego, sobre todo a la hora de gestionar los tiempos y saber cerrar los partidos.

Para afrontar el compromiso ante los de Ernesto Valverde, Víctor podría dar entrada a uno de sus jugadores emblema, el central argentino Germán Pezzella, una vez cumplido un partido de sanción por acumulación de amonestaciones junto al francés Jonas Martin; y también continuidad al canario Bruno González en detrimento del rumano Alin Tosca, quien se ha quedado fuera de la lista.

El técnico madrileño podría salir, como es habitual en él, con un sistema de cinco defensas con dos laterales adelantados, Rafa Navarro y el estilete danés Riza Durmisi; una zona de creación de tres con Dani Ceballos, Rubén Pardo y Darko Brasanac, a la que se sumaría Joaquín Sánchez como enganche; y Álex Alegría en punta.

Aunque Rubén Castro podría tener sus opciones, el rendimiento de Álex Alegría en el trabajo sordo con los centrales y a la hora de bajar balones aéreos le dan, en principio, más posibilidades en la punta del ataque en un campo como San Mamés.