El 'expreso' que nunca se retrasa

La lesión sufrida representaba un duro contratiempo para Zidane y para un jugador que inició la campaña con una fecha en mente: el 3 de junio de 2017. El Millennium Stadium de Cardiff acogerá ese día la final de la Liga de Campeones, y el deportista más famoso de la localidad galesa ambiciona conquistar la 'orejona' en su casa. Contrariamente a lo previsto, su ausencia no lastró en demasía al equipo. De los 17 partidos que hubo de disputar sin el '11', el Real Madrid salió victorioso en once, registrando cuatro empates y dos derrotas -ante el Sevilla en Liga y frente al Celta en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey-. El fondo de armario volvió a lucir mientras el futbolista más caro en la historia del club afrontaba duras jornadas de recuperación en las que se valió incluso de la tecnología de la NASA a fin de acelerar los plazos para su vuelta a los terrenos de juego. Especialmente valiosa fue la aportación de un Lucas Vázquez que siempre cumple cuando ha de dar un paso al frente. La quiebra de la BBC multiplicó las opciones tácticas de Zidane, que pudo reforzar el mediocampo cuando el rival así lo exigió sin necesidad de circunscribirse a los dictados jerárquicos.

Pese a ello, Zidane siempre estuvo ansioso por recuperar el concurso del extremo. Un dato constata su importancia capital: en los 16 partidos en los que participó antes de caer lesionado en el Estadio José Alvalade los blancos firmaron un pleno de victorias. Con el del Espanyol ya son 17 de 17. Bale contabiliza seis goles en los doce partidos de Liga que lleva, lo que le convierte en el tercer máximo artillero del club de Chamartín, empatado con Sergio Ramos y superado únicamente por Morata, que ante el cuadro 'perico' sumó su séptimo tanto, y Cristiano Ronaldo, que lleva 14. Añade a ellos dos goles en cinco partidos de la presente edición de la Liga de Campeones, elevando así su cuenta a ocho en 17 encuentros disputados entre todas las competiciones. En sus últimos 28 partidos de la principal competición doméstica firma 23 tantos, lo que da un promedio de 0,82 por encuentro.

Un valor seguro

Desde que aterrizase en la capital española protagonizando el que por entonces fue el traspaso más caro de la historia del fútbol, Bale ha ido entrando y saliendo del equipo a causa de las lesiones. Disputó 44 partidos en su primera temporada, la 2013-2014, firmando 22 goles. Elevó su participación a 48 encuentros en la segunda, bajando su registro anotador a 17. El mejor promedio goleador lo aportó en la tercera, con 18 tantos en 30 partidos, 0,63 por encuentro. En la actual lleva ocho tantos en 17 choques, 0,47 de media.

Pero la virtud del gales que más estiman en la 'casa blanca' es que siempre aparece en el tramo decisivo del año. Ante el Espanyol logró su victoria número 100 en los 140 partidos oficiales en los que ha vestido la zamarra madridista, tiempo en el que ha conquistado dos Ligas de Campeones, dos Mundiales de Clubes, dos Supercopas de Europa y una Copa del Rey. Su aportación ha sido clave en muchos de esos títulos. Fue el caso del levantado el 16 de abril de 2014, cuando sacó de rueda a Bartra para marcar el gol de la victoria frente al Barcelona en la final del torneo del KO disputada en Mestalla. O de la 'orejona' alzada en Lisboa tras certificar el galés el 2-1 frente al Atlético en la prórroga. Selló el pase a la final que depararía la 'undécima' con un chut que acabó con el sueño del Manchester City en las semifinales de la pasada temporada. Una campaña esta última en la que tomó las riendas cuando Cristiano Ronaldo cayó lesionado en la recta final. Sus tantos ante el Rayo en Vallecas o frente a la Real Sociedad en Anoeta permitieron al conjunto de Zidane pelear la Liga hasta el final en ausencia del luso. Se vio entonces al mejor Bale desde que Florentino Pérez le reclutase para ostentar la condición de líder del Madrid el día en que el portugués abdicase por mor de la edad.

Su galopada frente al Espanyol culminada con un zurdazo ante el que nada pudo hacer Diego López apunta a que, una vez más, el 'Expreso de Cardiff' llega a tiempo de tirar del carro cuando se juegan de verdad los títulos.